Una de las virtudes de la provincia de Sevilla es que pocos minutos separan la capital de las escapadas más bonitas. En poco más o en poco menos de 1 hora en coche uno puede admirar algunos de los pueblos más encantadores de Andalucía sin salir de la provincia o apenas superando sus fronteras. Estas son las excursiones más bonitas que puedes realizar cerca de Sevilla.
Hornachuelos
Un monasterio enclavado en la montaña, una versión con acento andaluz de las casas colgantes de Cuenca, antigua Medina, y parada imprescindible en el corazón de Sierra Morena. Hornachuelos es todavía una milla de oro desconocida para muchos, un paraje acuático, agreste y también histórico con una gastronomía de monte para chuparse los dedos. Además, el Duque de Rivas situó en Hornachuelos la obra cumbre del romanticismo español, Don Álvaro o la fuerza del sino, que luego serviría como libreto para la aclamada ópera La Forza del Destino, de Verdi.
Carmona
30 kilómetros separan la capital hispalense de este bellísima localidad sevillana. Carmona regala al visitante cientos de rincones con encanto e imponentes espacios llenos de historia. Desde su Conjunto Arqueológico, el Alcázar de la Puerta de Sevilla, la Necrópolis romana o su dulce tesoro: la torta de inglesa. Un pueblecito con vistas extraordinarias donde parece detenerse el tiempo.
Écija
Una de las joyas barrocas de Andalucía, con permiso de Úbeda y Baeza, es Écija. La Ciudad de las Torres (11 de estilo barroco presiden este municipio) convive con decenas de iglesias y otras edificaciones artísticas a lo largo de su callejero. A propósito, la Torre de Santa María se considera, por su cierto parecido, una especie de hermana de la Giralda.
Osuna
Osuna, el pintoresco pueblo más allá de Juego de Tronos, invita a deleitarse con su belleza barroca, callejas y todo su patrimonio histórico. Palacios, mansiones y templos religiosos construyen el mágico callejero de la localidad sevillana. No le faltan atractivos a Osuna y entre ellos destaca uno de especial interés: el Coto de las Canteras. Una maravilla todavía desconocida que muchos conocen también como la Petra de Andalucía.
Estepa
La vida en Estepa trasciende su tradición repostera, que lo convierten en uno de los pueblos más navideños de Andalucía. Este enclave estratégico también se conoce como el Balcón de Andalucía, pues desde lo alto del cerro de San Cristóbal se otea, cuando el cielo lo permite, Sevilla, Córdoba e incluso Málaga. Su legado gastronómico e histórico ofrece un buen puñado de razones por las que visitar esta localidad.
Chipiona
Chipiona se erige, junto a Matalascañas, como la segunda residencia de verano de un buen puñado de sevillanos y sevillanas. Cuenta con cinco playas de arena fina y blanca que, según aseguran los chipioneros, tiene propiedades curativas por su alto índice de yodo. Combinar las olas con el turismo también es posible en este pueblo costero, que alberga el faro más alto de España o el Santuario de Nuestra Señora de Regla, una iglesia cristiana junto al mar. Chipiona, más allá de la temporada estival, sigue respirando una atmósfera hogareña y cercana para disfrutarla todas las estaciones del año.
Constantina
En la Sierra Norte de Sevilla se diseminan pueblecitos de casas encaladas, callejas estrechas y miradores en los que se perfila una estampa serrana y seductora de muchas formas. El castillo de Constantina domina este paisaje de raíces musulmanas que recuerdan el aljibe, el patio de armas, las murallas y su torre. Entre las posibilidades que ofrece este pequeño pueblecito están, por supuesto, los múltiples senderos que convergen con San Nicolás del Puerto y el monumental Cerro del Hierro.