Escapar de la ciudad y su ajetreo no requiere gran cantidad de horas al volante ni demasiado presupuesto. Basta con explorar un poco en las afueras de Sevilla para descubrir las joyas culturales, gastronómicas y naturales que nos ofrece esta tierra. Saborear la torta inglesa de Carmona en todas sus variedades; otear la provincia desde las alturas de Estepa u Osuna o viajar a las profundidades de Itálica en época romana. O sencillamente huir de la endogamia urbana y sorprenderse con estos 7 pueblos de Sevilla, destinos de ensueño.
1. Carmona
Carmona tiene todos los ingredientes para convertirse en un destino digno de escapada. Casas Palacio, un conjunto arqueológico, iglesias que son una preciosidad y un callejero para perderse. Además, posee uno de los mejores monumentos de la provincia: la torta inglesa, un hojaldre relleno de cabello de ángel para chuparse los dedos.
2. Osuna
Los seguidores de la popular serie Juego de Tronos encontrarán aquí su paraíso. Sin embargo, más allá de ser escenario de esta producción de la pequeña pantalla, a Osuna no le falta historia, actividades y encanto. Las vistas desde el Mirador de la Colegiata, entre otras cosas, son una delicia. Un pueblo pintoresco que alberga 3.000 años de historia, testigo de civilizaciones y cuyo resultado es hoy esta localización imprescindible.
3. Santiponce
Itálica, la ciudad situada en el Bajo Guadalquivir entre Sevilla (Hispalis) y Alcalá del Río (Ilipa), es uno de los grandes tesoros arquitectónicos de la provincia de Sevilla. Sea por su importancia político-militar como por el papel que desempeñó durante el Alto Imperio Romano o por sus dimensiones y conservación. Se sitúa en la localidad de Santiponce al igual que el Monasterio de San Isidoro del Campo, otra parada de gran belleza con multitud de estilos artísticos.
4. Écija
Écija despunta en la lejanía y sus torreones, campanarios y majestuosidad lucen ya desde la carretera. Los tartesos fundaron esta ciudad fértil en el Valle del Genil en el siglo VIII a.C para recibir más tarde la presencia de romanos, visigodos, árabes y cristianos. De época romana, cuando Écija se conocía como Astigia, el trazado del casco antiguo se conserva casi intacto y nos conduce a través de sus callejuelas por la majestuosidad barroca de casas-palacio, iglesias y conventos en todo su esplendor.
5. Cazalla de la Sierra
Cazalla de la Sierra conserva el peculiar aspecto de un pueblo andaluz de casas encaladas y suelos empedrados al tiempo que presume de una frondosidad que bien podríamos asociar a Asturias. Calles empinadas, fachadas monumentales, y un buen puñado de planes para sumergirse de lleno en la vida de pueblo.
6. Marchena
Si bien Marchena no es una villa con grandes monumentos, en su conjunto tiene muchas cosas que ver. Dentro del perímetro de la antigua muralla se encuentra gran parte del patrimonio de la época medieval musulmana. Junto al mismo, un templo católico reseñable por poseer dimensiones catedralicias y gran contenido artístico.
7. Estepa
La vida en Estepa trasciende su tradición repostera, que lo convierten en uno de los pueblos más navideños de Andalucía. Este enclave estratégico también se conoce como el Balcón de Andalucía, pues desde lo alto del cerro de San Cristóbal se otea, cuando el cielo lo permite, Sevilla, Córdoba e incluso Málaga. Su legado gastronómico e histórico ofrece un buen puñado de razones por las que visitar esta localidad.