La Macarena (Sevilla) es un barrio incombustible, con solera y lleno de vida. Es fácil pensar que la Macarena recibe su nombre de la popular virgen. Error: contra todo pronóstico es la imagen la que recibe el nombre del barrio. Según los historiadores, su origen etimológico podría venir de Macaria, la hija de Hércules.
Decenas de calles configuran este barrio tradicional en el que se respira aire cofrade y calentitos y que merece poner en valor. Los imprescindibles del barrio se dan la mano en esta lista que hará que te enamores de la Macarena, el corazón de Sevilla.
1. Hospital de las cinco llagas
Doña Catalina de Ribera y Mendoza fundó este espacio que hasta 1750 solo cumplía funciones sanitarias. A partir del año 1750 se utilizó como hospicio. El hospital afrontó una crisis en 1649 con una epidemia de peste que asoló la ciudad y actualmente es la sede del Parlamento de Andalucía y se puede visitar.
2. Basílica de la Macarena de Sevilla
La sede de la Hermandad de la Esperanza Macarena es una parada imprescindible para cualquier turista. Es una obra del arquitecto sevillano Aurelio Gómez Milán, declarado Basílica Menor por una bula concedida por el papa Pablo VI, siendo así el primer templo sevillano que ostenta esta dignidad.
Es posible que no sea preciso recordarlo pero el interior de este templo cobija a la Macarena, una imagen que suscita devoción a lo largo de todo el planeta. En definitiva, uno de los espacios imprescindibles que ver en la Macarena más allá de la devoción.
3. Iglesia de Santa Marina
Este templo gótico-mudéjar es uno de los más antiguos de la ciudad, siendo de 1265 aproximadamente. El Terremoto de Lisboa de 1755 provocó grietas y desperfectos y en 1864 un incendio provocó que se cerrase durante cinco años. Sin embargo, por fortuna a día de hoy todavía podemos disfrutar de esta joya del barrio de la Macarena.
4. Iglesia de San Marcos
Si hubiera que elegir una palabra para definir la iglesia de San Marcos sería “supervivencia”. La iglesia se redujo a escombros en el año 1356 y se reconstruyó una de estilo gótico-múdejar. Por otra parte sufrió un incendio durante las luchas de los Guzmanes y los Ponce de León.
El terremoto de Lisboa de 1755 también le pasó factura, aunque fue en 1936 cuando sufrió otro incendio en respuesta a las acciones militares que llevó a cabo Queipo de Llano. Sin embargo, a pesar de todas estas vicisitudes la iglesia se restauró y sigue en pie para poder admirar su belleza.
5. Puerta de la Macarena
Junto a la Puerta de Córdoba y el postigo del Aceite son los únicos tres accesos que se pueden en ver en la actualidad de las murallas de Sevilla. La puerta se debe a una ampliación de la muralla que llevó a cabo el sultán Ali ibn Yusuf en el siglo XII, pero su aspecto se debe a una remodelación en la que sustituyeron los elementos islámicos por clasicistas.
Por esta puerta han entrado reyes a la ciudad como Alfonso XI de Castilla, Isabel I de Castilla, Carlos I de España y Felipe IV.
6. Puerta de Córdoba
Es una de las puertas de acceso de la muralla de Sevilla. Su importancia se debe a que desde la Baja Edad Media se relaciona con San Hermenegildo, personaje que fue encerrado y torturado en este lugar.
Incluimos esta pequeña huella del pasado, a menudo desconocido de Sevilla, como una de las puertas históricas más notables de la ciudad. Es, por consiguiente, otro hito del barrio de la Macarena.
7. Iglesia de San Luis de los Franceses
Esta iglesia es uno de los mayores exponentes del arte barroco en Sevilla. El terreno fue cedido por Doña Lucía de Medina a la Compañía de Jesús con el fin de que el templo se consagrara a San Luis y que ella se enterrase en la Capilla Mayor. Por cierto, si os gustan las historias de fantasmas, la Iglesia de San Luis de los Franceses es conocida por sus leyendas fantasmagóricas.
8. Dónde comer en el barrio de la Macarena
Salvaje
Salvaje es un oasis urbano en la Macarena, una oda al pescado, a la carne y al monte: al buen producto. El nombre de este restaurante situado en la calle Resolana ofrece una aproximación de lo que encontraremos visual y gastronómicamente hablando: una explosión de sabores y exotismo.
Su salón, repleto de flores y vergel, desprende una atmósfera indómita en la que dejarse llevar. Posiblemente sea la propia esencia de Salvaje la que consiga atrapar al comensal entre estímulos visuales y sabrosas creaciones. Es perfecto para una ocasión especial sin salir de la Macarena.
📍 c/ Resolana, 40
El Colmao de Gascón Rubio
En las inmediaciones del Hospital de la Macarena se encuentra este bar de toda la vida. Conserva el encanto y la tradición de los templos de siempre al tiempo que oferta un tortillón capaz de devolver a la vida a cualquiera. Tortillas de patata XXL en uno de los barrios con más solera de Sevilla.
📍 c/ Antonio de Buero Vallejo, 13
Yebra
En pleno barrio de la Macarena, situado junto a la muralla, se encuentra uno de los mejores lugares para probar auténtica comida de Sevilla y andaluza en general. Tapas a buen precio y ambiente cargado de solera. Un suculento plato de carrillada se antoja de las mejores alternativas para abrir boca.
📍 c/ Medalla Milagrosa, 3
El caminante andaluz
Es uno de los mejores bares de la Macarena para tapear y es que en verano su terraza por la noche es un oasis de paz en Sevilla. El solomillo al whisky que preparan está bastante apañado, pero nada puede competir con el plato estrella de la carta: el san jacobo.
Tiene un tamaño XXL, así que ni se os ocurra pedirlo si no es para compartir. No solo destaca por ser tan grande como tu cabeza, sino que además está espectacularmente bueno.
📍 c/ José Díaz, 8
El tremendo
El Tremendo es un templo cervecero insondable. De atractivo tiene poco, sin embargo es uno de los principales rincones a los que hay que acudir si visitas la hispalense. Aquí matarás el tiempo con solera y podrás pedir para comer a ciegas (spoiler: todo está delicioso).
En su menos concurrido local de la Macarena ofrecen deliciosas viendas andaluzas: caracoles, ensaladilla y gran variedad de tapas que degustar en sus mesas altas o en su terraza.
📍 c/ San Felipe, 13 | c/ Previsión, 10