Bares, ¡qué lugares! diría Gabinete Caligari. Y daba en el clavo al resumir en tres palabras cómo un lugar tan corriente podía significar tantas cosas. En un bar ahogamos penas, pero también celebramos grandes acontecimientos, recibimos las mejores noticias, y lo mejor de todo: un bar es el rincón al que escapas solo o en buena compañía para mejorar el sabor del día a día.
Según un informe de la Federación Española de Hostelería y Restauración, en 2017 Sevilla tenía 2,74 bares por cada 1.000 habitantes. Y de todos ellos, ¿cuántos son auténticos templos cerveceros? No perdamos el tiempo, te desvelamos nuestros favoritos a continuación:
El tremendo
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El Tremendo el primero aunque nunca será el último templo de Sevilla. De atractivo tiene poco, sin embargo es uno de los principales rincones a los que hay que acudir si visitas la hispalense. Aquí matarás el tiempo con solera y podrás pedir para comer a ciegas (spoiler: todo está delicioso). No te sorprendas si el local es diminuto, hacerse hueco merecerá la pena.
📍 c/ San Felipe, 13 | c/ Previsión, 10
Lola por Dios
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De Lola Por Dios se pueden decir muchas cosas. La cerveza está bien tirada y bien fresquita, los montaditos saben a gloria y pagarás mucho menos por ellos (a partir de 50 céntimos, ojo), y por si fuera poco la ubicación es inmejorable (pero un poquito a escondidas del bullicio). No hará falta mucho más para convencerte de que aquí el ambiente lo tienes garantizado.
📍 c/ Conde de Torrejón, 21
Casa Coronado
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Un templo de categoría superior. Casa Coronado lleva tirando cañas en la avenida Menéndez Pelayo desde 1935. Su mayor reclamo es la cerveza a 1,10€. Indispensable acompañarla con unos altramuces, aceitunas o cacahuetes. Aquí ni los filtros ni lo chic tienen cabida.
📍 c/ Juan del Castillo, 2
Casa Vizcaíno
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Casa Vizcaíno: donde se juntan todos los hippies. Y con esto quiero decir que no hace falta que lo visites tras una parada en el jueves de calle feria. El Vizcaíno siempre estará frecuentado por multitudes de toda clase a cualquier hora, pero nunca te sentirás fuera de onda. ¿La cerveza? el común denominador.
📍 c/ Feria, 27
El cortadero
Esta es una opción de primera si del tapeo más allá del centro se refiere. Como templo cervecero… entonces sí que no defraudará. El Cortadero es una taberna clásica, sin pretensiones aunque con mucho arte. Hay pocas cosas más satisfactorias que tomar una cañita en una amplia terraza con todo el ambiente de barrio, de los de toda la vida.
📍 c/ Menéndez Pelayo, 17
Bodega Santa Cruz
No podía faltar el número 1 de los bares que conforman el barrio de Santa Cruz y la judería. En la barra, en las mesas, incluso sobre los taburetes que construyen el imaginario de esta icónica taberna, comparten espacio autóctonos, guiris y personalidades de toda la geografía española. Una parada imprescindible en el esquinazo de Mateos Gago con Rodrigo Caro, que puedes acompañar con unos garbanzos con espinacas (por ejemplo).
📍 c/ Rodrigo Caro, 1
El Rinconcillo
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A la hora de escoger un bar que reúna estética visual (dentro del paradigma de la solera), tradición, sabor y templo cervecero, El Rinconcillo se lleva la palma. Es el bar más antiguo de Sevilla, ha asistido a cambios históricos, ha sido localización cinematográfica y si no lo conoces, desde luego tiene que ser tu siguiente parada.
📍 c/ Gerona, 40
Bar Jota
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En la transitada Luis Montoto, en el corazón de Nervión, se encuentra este bar maestro de la cerveza. Podríamos decir que el Jota se dedica en exclusivo a la cerveza, así que aunque apriete el Sol con ganas en pleno agosto te podrás agenciar una caña bien fría.
📍 c/ Luis Montoto, 52
La chicotá
No te andes con rodeos, aquí la combinación más solicitada es caña y caracoles. En La Chicotá no te faltará charla de la buena, iconografía religiosa para sacarle brillo a tu pasión cofrade y cañas por doquier.
📍 c/ Luis Montoto, 23
La Antigua Bodeguita
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El Salvador es el lugar perfecto para respirar la auténtica sevillanía. Con unas vistas espectaculares, esta plaza es un mítico lugar de encuentro para tomar unas cañas. No esperes encontrar sitio a la primera, hazte un hueco entre la multitud y no temas compartir mesa: el ambiente lo merece.
📍 Plaza del Salvador, 6
Casa Ruperto
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Este cuna cervecera cumple todos los requisitos para que repitas. Es cierto que la cerveza no es el principal reclamo, pero sus deliciosos pajaritos (para los que no estén familiarizados con este concepto, se trata de codornices fritas. No desvelaremos su secreto) solo pueden acompañarse con un buen aderezo de cebada. La terraza siempre está animada y, como muchas de nuestras propuestas, conserva su tradicional barra de aluminio. No te lo puedes perder.
📍 Avenida Santa Cecilia, 2
Casa Diego
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Con una receta heredada de padre a hijo, en Casa Diego las elaboraciones están a la par que la cerveza. Cuando es temporada no deben faltar unos caracoles (su especialidad) aunque siempre acompañados de una religiosa cervecita.
📍 c/ Esperanza de Triana, 19