Sus inicios fueron duros. En un primer momento, no todos supieron apreciar su curiosa belleza y eran muchos los que criticaban su construcción. Sin embargo, con el tiempo e, imaginamos, la costumbre, las Setas de Sevilla lograron convencer a sus vecinos y ahora, como bien dicta la tradición sevillana, se defienden a capa y espada frente a los más escépticos.
Estos gigantescos hongos que presiden la Plaza de la Encarnación, además de hacerse un huequito en el corazón de los sevillanos, también han conseguido conquistar a sus visitantes. Se trata del monumento de madera más grande del mundo y en 2022 fue el segundo lugar del planeta más buscado en Google. ¡Casi nada! Un título sorprendente solo superado por el Sky Garden de Londres.
El Metropol Parasol, desde sus alturas, ofrece una de las mejores vistas de Sevilla y pasear por sus alrededores es una experiencia, como poco, singular. No obstante, las Setas de Sevilla ofrecen muchas más opciones. Estos son algunos de los planes que puedes hacer en ellas.
1. Comer de tapas
Irónicamente, teniendo en cuenta que es uno de los bares más queridos de las Setas de Sevilla, en la carta del Cafe-Bar Los Alcázares no hay ni rastro de setas. Ni champiñones ni níscalos ni shitake ni nada por el estilo. Eso sí, en su menú cuenta con una larga lista de tapas y raciones de inspiración tradicional pero con gratas sorpresas.
Su local es bastante bonito y pasar por aquí es una muy buena opción si lo que se busca es llenar el estómago después de un largo día de turismo.
2. Tomar un buen cóctel en La Gorda de las Setas de Sevilla
No todo iba a ser comer. Las Setas de Sevilla también ofrecen la posibilidad de disfrutar de un buen cóctel en un ambiente relajado y divertido. Y un muy buen lugar para ello es La Gorda de las Setas. Hay pocas cosas mejores que beber un cóctel con amigos una tarde aleatoria, y una de ellas es hacerlo en el centro de Sevilla, con música de fondo y tu pie siguiendo el ritmo sin que te des cuenta. Y eso es lo que ofrece este local: una amplia carta de bebidas para tomar tranquilamente en su terraza, o en alguna de sus salas climatizadas si el tiempo no acompaña.
3. Comprar fresco (y rico) en el Mercado de la Encarnación
El mercado más antiguo de Sevilla se encuentra, sorprendentemente, en uno de los monumentos más modernos de la capital andaluza. El Mercado de la Encarnación fue inaugurado en 1842 y demolido en 1973 debido a sus problemas estructurales. No fue hasta 2010, 37 años más tarde, cuando el nuevo mercado abrió sus puertas, ahora incluido en la red de gigantes hongos que forma el Metropol Parasol de Jürgen Mayer.
Aunque este nuevo mercado poco tiene que ver con el original, ubicado donde yacía un convento medieval, el espíritu de esta plaza de abastos se mantiene prácticamente intacto. Aún sigue siendo el lugar idóneo para encontrar productos frescos y de la calidad, pero también para recibir consejos culinarios de sus siempre sabios vendedores.
4. Disfrutar de un concierto a la luz de las velas
El interior del Metropol Parasol es probablemente uno de los secretos más ocultos de la ciudad de Sevilla. Y no porque su acceso sea complejo, sino porque no son muchas las personas que saben lo que hay dentro de su estructura. Entre sus ahuecadas paredes, podemos encontrar una sala inmersiva en la que se proyectan todo tipo de imágenes, sonidos ¡y olores! En ella, cada cierto tiempo, se celebran mágicos conciertos a la luz de las velas.
Los conciertos Candlelight, que rinden tributo a bandas tan icónicas como The Beatles o ABBA en un ambiente único rodeados de cientos de velas, han escogido las Setas de Sevilla como uno de sus espacios favoritos de la ciudad. En ellas tienen lugar recitales en tono clásico que ya han conquistado a miles de espectadores.
5. Probar el brunch de La Mala
No es un desayuno ni tampoco un almuerzo. El brunch ha aterrizado en Sevilla y ha revolucionado el horario de comidas de todo nosotros. Huevos benedictinos, bagels, sándwiches o incluso hamburguesas al mediodía. Esta es la propuesta de algunos restaurantes como La Mala Brunch, uno de los sitios más de moda de las Setas de Sevilla.
¿Te apetece probar un açai brasileño, un brioche con aguacate o una tosta con champiñones para poder decir que estás comiendo setas en una seta? La Mala Brunch es tu sitio. Un plan diferente para hacer los domingos (o cualquier otro día de la semana).
6. Aprender en el Museo Anticuarium
Las obras de Metropol Parasol dejaron al descubierto unos restos arquitectónicos en bastante buen estado. Concretamente, yacimientos del período romano y una casa islámica almohade de los siglos XII y XIII. Por suerte, estos restos decidieron conservarse y la edificación de las Setas de Sevilla se adaptó a este sorprendente hallazgo.
La Sala Antiquarium fue el resultado de este beneficioso cambio de planes (y de planos). Presenta una gran membrana de vidrio que envuelve todo el espacio y que permite disfrutar de estos restos arquitectónicos y aprender sobre cómo se vivía siglos atrás. Un viaje al pasado desde uno de las construcciones más futuristas de la capital andaluza.