
El ‘mantecaíto’ al whisky en Sevilla es un bocado imprescindible de la gastronomía sevillana, no tan conocida entre los círculos turísticos. No hay que confundir el mantecao o mantecaíto con el mantecado navideño, pues el de Sevilla es salado y atemporal.
No son pocos los que se empeñan en comparar la gastronomía de las distintas regiones de España, acaso como si de una competición se tratase. Algunos se atreven a señalar a Sevilla como una de las más vagas aportaciones al recetario nacional y qué duda cabe que tan solo esta elaboración podría desbancar todo argumento.
El mantecaíto es una de las tapas por antonomasia y consiste en introducir el reposado solomillo al whisky con patatas propio de Sevilla dentro de un pan, a modo de montadito. Un mini bocadillo apetitoso, cuya salsa se encargar de aportar intensidad y aroma, y adictivo. Hay tantos mantecaos como bares lo sirven, así que te ofrecemos un paseo por nuestros favoritos.
1. En la espero te esquina
Cerca del meollo, pero en un área muy autóctona llena de leyendas, En la espero te esquina es pura sevillanía en forma de snack. No te esperes un local a la moda, porque esto es tradición bien aplicada. Imagina cómo crepita un mollete tostado, imagina un solomillo marcado y guisado a fuego lento en salsa de whisky o brandy, imagina el ajo elaborado de forma que casi está caramelizado, e imagina unas patatas fritas.
Podrías dejar de imaginarlo porque esto exactamente es lo que experimentarás aquí, a dos pasos de la plaza del Salvador.Este mini mantecao al whisky es uno de los bocadillos que definen Sevilla y que no puedes dejar de probar.
📍 c/ Corral del rey, 10
2. Casa EME
El bar Casa Eme volvió a abrir sus puertas manteniendo su esencia con Emeterio Serrano al frente del negocio. En mayo de 2020 el antiguo propietario del local decidió echar el cierre a uno de los negocios más reconocidos e icónicos de la hispalense después de semanas meditando sobre el futuro del negocio.
Emeterio Serrano vuelve a sacar lustre a su tradicional espacio aunque supervisará y asesorará desde la distancia. Solera, tapas de escándalo, imágenes cofrades, azulejos sobre Sevilla, comandas pintadas con tiza y jaleo junto a la barra son las insignias de este establecimiento de la Puerta Osario. Con estos distintivos se contextualiza uno de las mayores mecas del tapeo. Además del indiscutible mantecao, las gambas al ajillo merecen un punto y aparte.
📍 c/ Puerta del Osario, 3
3. Bodeguita Romero
En lo que respecta a elaboraciones tradicionales sevillanas, la Bodeguita Romero ofrece suculentas opciones. Precios razonables en pleno centro, una terraza donde se percibe el bullicio hambriento de solera y un desfile de platos que harán las delicias de cualquiera.
El montadito de pringá es uno de los imprescindibles de este templo gastronómico, al igual que su solomillo al whisky (eso sí, sin pan). De hecho, puedes pedir la salsa de este preparado para acompañar su tortilla de patatas. Otro rollo.
📍 c/ Harinas, 10
4. Bodega Dos de Mayo
Se nos llena la boca (y el estómago) hablando de este local situado entre la Alameda y la Campana. La plaza de la Gavidia acoge la bodega Dos de Mayo, su amplia terraza y sus justificadas listas de espera. Y es que aquí probarás tapas de toda la vida de una calidad exquisita, pero también elaboraciones particulares que le confieren el punto de distinción del que puede hacer gala este restaurante.
Lo mejor de todo es que puedes ponerte las botas y pagar muy poco. El solomillo al whisky es de nuestros favoritos de Sevilla y su tortilla de patatas no se queda atrás.
📍 Plaza de la Gavidia, 6
5. Casa Manolo
De Casa Manolo pueden reseñarse muchas virtudes: una ubicación excelente en plena plaza de la Alfalfa (y por tanto, proximidad a la zona comercial de la hispalense y también a la Catedral) y la garantía de ser un buen sitio para tapear.
Adobos, croquetas, fritura y, por supuesto, una mención especial a su mantecaíto. Tiene lo preciso: bien de salsa y bien de patatas en su interior.
📍 Plaza de la Alfalfa, 3
6. El Favorito
El Favorito, la última apuesta del grupo Ovejas Negras, es una suerte de taberna que llegó a principios de verano al barrio del Arenal. Referencias a la cocina tradicional con la esencia de la compañía en el espacio que otrora ocupaba el bodegón «Sierra de Sevilla».
Zócalo de azulejos y mesas con solera, anaqueles de madera, techos altos abovedados y una majestuosa barra de mármol rosa. Su carta dedica apartados a la fritura, a los huevos y a los montaditos (con panes elaborados por Ángel Puchi) entre los que destaca su aparente versión del ‘mantecaíto’ al whisky.
📍 c/ Joaquín de Guichot, 5
7. Casa Manuela
Quienes hayan desfilado por los pasillos de la Facultad de Comunicación de Sevilla, sea para ir a clase, para evitarla o para asumir la temporada de exámenes, sabrán que el bar de enfrente se guarda uno de los mejores secretos de la ciudad.
El ‘mantecaíto’ de Casa Manuela sabe a las mil maravillas y buena prueba de ello es que tomar su solomillo al whisky sin pan también es toda una experiencia. Y no necesariamente universitaria.
📍 c/ Américo Vespucio, 41
8. Bar Fernando
La fama precede a este santuario de la tapa, alejado del tránsito del centro. ¿Desplazarte a este bar sin pretensiones en la zona norte de Sevilla? Hasta tres transbordos merecen la pena.
Llegar hasta la barriada de Begoña no supondrá ningún disgusto si combinamos el ‘mantecaíto’ de Bar Fernando con alguna otra exquisitez, como el San Jacobo rociado de salsa al whisky.
📍 c/ Valdelarco s/n