Sevilla siempre se guarda algo nuevo por desentrañar: lugares secretos, comercios singulares, pasadizos ocultos o vestigios históricos que nos recuerdan las raíces de la ciudad. Todo ello convive con decenas de curiosidades que, si bien quedan a la vista de todos, a veces escapan a nuestro conocimiento. Buen ejemplo de ello son los propios nombres de las calles en Sevilla.
Divertidos, curiosos, con historia… Estos son algunos de los nombres más populares y conocidos que se pueden encontrar en el callejero de Sevilla y cuyos personajes debes conocer, más allá de las calles.
José Laguillo
José Laguillo Bonilla (1870-1959) fue un periodista sevillano que trabajó para los diarios El Porvenir, La Iberia y El Liberal, que pasaría este último a dirigir. Tuvo un gran éxito profesional, convirtiendo El Liberal en unos de los medios andaluces más importantes de comienzos del siglo XX.
Dimitió en 1936 cuando el diario adoptó una línea republicana. Un personaje que gozó de una gran popularidad en la sociedad hispalense de la época y que hoy da nombre a una de las avenidas más transitadas de la ciudad, camino a la Estación de Santa Justa.
Luis Montoto
Escritor, paremiólogo y folclorista sevillano, Luis Montoto Rautenstrauch (1851-1929) fue redactor de El Español y destacó por su prosa ingenios, castiza y popular, utilizando el pseudónimo de Luis Miranda.
Entre sus labores ejerció como notario eclesiástico, concejal del Ayuntamiento de Sevilla y cronista oficial de la ciudad, miembro del Ateneo de Sevilla y secretario perpetuo de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla. Pasó gran parte de su vida luchando para que la cultura popular tuviera reconocimiento académico.
Pastor y Landero
Ingeniero de caminos gaditano, Pastor y Landero (1829-1889) dirigió obras en el cauce del río Guadalquivir a su paso por Sevilla. Fue Diputado a Cortes en las legislaturas de 1869 y 1872 en representación de Sevilla. En 1869 obtuvo la concesión para la linea ferroviaria de 189 kilómetros de longitud que uniría Mérida con Sevilla.
Mateos Gago
Mateos Gago: así se conoce a una de las calles principales de Sevilla con uno de los nombres también más populares. Una artería que conecta el Barrio de Santa Cruz con la Catedral y que ofrece una estampa histórica y gastronómica sin precedentes. En relación al personaje que da nombre a esta calle, cabe decir que Mateos Gago y Fernández (1827-1890) fue catedrático de teología de la Universidad de Sevilla.
Su cese se produjo cuando se proclamó la libertad de enseñanza en España y se suprimió la Facultad de teología por no considerarse ciencia universitaria. Tras la expulsión, trabajó como redactor y columnista en periódicos de temática religiosa como La Verdad Católica, La Semana Católica y el Diario de Sevilla, donde defendió sus ideas conservadoras que luego recopilaría en su obra Opúsculos. En 1878 fue nombrado decano de de la Facultad de Filosofía y Letras. También es conocido por ser un protector del patrimonio histórico sevillano y un gran coleccionista de piezas arqueológicas.
Leonor Dávalos
Era la criada de Doña Urraca Ossorio de Lara, esposa de Guzmán y principal instigadora contra la figura del rey. Cuando el aire caliente de la fogata hizo que la falda de Doña Urraca se levantara y mostrara su piel desnuda el público empezó a mofarse al ver a la condenada despojada de cualquier prenda.
Entre el gentío estaba Leonor Dávalos. Ciertas fuentes apuntan que se trataba de una joven bajo la protección de la familia Guzmán; otras la sitúan como su criada. Sea como fuere, y siento testigo de la ejecución, se acercó a la hoguera para cubrir sus genitales y que Doña Urraca pereciese con dignidad.
Las llamas prendieron sus cuerpos y ambas murieron juntas. Esta calle próxima a la Alameda rinde homenaje a Leonor Dávalos y las cenizas de estas dos mujeres permanecen juntas en la iglesia gótica del Monasterio de San Isidoro del Campo.
Rodrigo Caro
Sacerdote, poeta y renombrado anticuario, Rodrigo Caro (1573-1647), original de Utrera, dedicó su vida a la fe y la escritura. Se relacionó con los círculos cultos sevillanos, con personalidades como Quevedo, Pacheco y Rioja. Su obra más conocida es la Canción a las ruinas de Itálica, atribuida durante largo tiempo a Rioja.
Aunque Caro también escribió poesía, prosa, textos teóricos sobre epigrafía y anticuaria así como tratados eruditos sobre Utrera o Sevilla. Otra de las calles con nombres reconocibles es esta, en pleno corazón de Santa Cruz.
José Díaz Ramos
José Díaz Ramos (1895-1942) fue un político sevillano, panadero de profesión, que empezó militando en el anarquismo para convertirse, más tarde, en Secretario general del Partido Comunista de España (PCE), ostentando el cargo casi una década.
Gozó de gran reconocimiento entre la clase obrera por su participación en los enfrentamientos armados contra los pistoleros de la patronal y por su negativa a exiliarse durante la dictadura de Primo de Rivera. Su capacidad de organización en la guerra civil resultó decisiva en la lucha del Partido Comunista. En 1942 se quitó en la vida en la ciudad de Tbilisi. Desde el año 2005 su cuerpo reposa en el Cementerio de Sevilla.
Blanco White
Su verdadero nombre es José María Blanco y Crespo (1775-1841) y era un escritor, pensador, teólogo y periodista sevillano. Es uno de los fundadores de la Academia de Letras Humanas de Sevilla. Más tarde se ordenó sacerdote pero, cuando una de sus hermanas fallece, sufre una crisis religiosa y abandona el catolicismo.
Durante la Guerra de la Independencia luchó contra los franceses y colaboró con El Semanario Patriótico. Vivió en Londres y allí publicó El Español, pero la primera Regencia lo prohíbe en España por ser crítico con las autoridades españolas. Es considerado como uno de los pioneros en el anticlericalismo contemporáneo. Entre todas las calles con nombres ya icónicos hay una en La Buhaira dedicada también a Blanco White.