El Hospital de las Cinco Llagas, la Basílica de la Macarena, la Puerta de Córdoba, la Torre de los Perdigones o algunos restos de la antigua muralla que rodeaba la ciudad son algunos de los monumentos que podemos encontrar en uno de los barrios más poblados de Sevilla. Sin embargo, no son joyas arquitectónicas todo lo que podemos encontrar en este barrio. También tenemos otros monumentos dedicados a nuestros estómagos que no podemos dejar de visitar. Para los que no frecuentéis la Macarena os animamos a que descubráis los manjares que podéis encontrar en el barrio:
1. El Rincón de Rosita
El problema de este lugar es que no sé si voy por la increíble simpatía de Rosita y su hijo o por sus albóndigas de choco. El caso es que siempre que he ido me he quedado pleno y satisfecho. El lugar no te llamaría la atención en la vida por su fachada, pero el hecho de que te hagan sentir como en casa por un precio apto para todos los bolsillos merece la pena. Por cierto, imprescindible dejar un hueco entre salmón y chanquetes para los postres caseros que están al nivel del pescaíto. Es muy habitual que después de la comida Rosita os invite a un chupito de hierbas. c/ Bécquer, 9
2. El Colmao de Gascón Rubio
Lugar de devoción de los macarenos. Es uno de los bares en lo que te sientes como en casa. Para mi gusto lo mejor que hacen es el salmorejo, el bacalao con ali oli suave y la carne con salsa de almendras. Y nada que envidiar a cualquier pastelería en lo que se refiere a dulces. Si ves el lugar por fuera nunca te imaginarías que su tarta de queso es de las mejores de Sevilla. c/ Antonio Buero Vallejo, 13
3. El Tremendo
Es el típico bar de barrio que llama la atención porque siempre está lleno de gente. Las tapas no son del tipo merluza con reducción de higos flambeados con espuma de vainilla. Es la comida de toda la vida pero muy bien presentada. Nuestra recomendación es la ensaladilla de gambas y las carrileras al pimentón. c/ Previsión, 10
4. Yebra
Es un lugar que podría tener mucha fama en Sevilla si no fuera porque está algo escondido. Tenéis la opción de ir al bar o ir al restaurante que sube considerablemente de precio. En mi caso, prefiero tapear en el bar y probar varias cosas. Lo que siempre pido y nunca me decepciona es el arroz con carabinero y de postre, milhojas de nata con chocolate caliente. También es cierto que si quieres comer bien aquí no es barato, pero claro, las tapas van más allá del salmorejo y las bravas. c/ Medalla Milagrosa, 3
5. El Caminante Andaluz
Quizá no pueda ser objetivo con este sitio porque he pasado muchísimas noches con la mejor compañía en su velador, pero lo que sí puedo asegurar es que por un precio módico comes mejor que bien. El lugar siempre está lleno porque está en una plaza con un parquecito en el que las familias suelen dejar a los niños. Los camareros tan majos colaboran con este ambiente perfecto para las noches de verano. Tened cuidado con lo que pedís porque yo la primera vez que fui me pedí un flamenquín y cuando lo trajeron a la mesa descubrí que se puede alimentar una familia con ese plato. c/ José Díaz , 8

6. Taberna Torneo
También conocido como Los Coloniales de la Macarena. No es un lugar que destaque por calidad y una gran variedad, pero sí que está muy bien de precio. Con lo que mejor se suele comer es con las típicas tapas de solomillo al roquefort, solomillo a la carbonara. Y por supuesto, las croquetas, que como ya dijimos en post anteriores son el alimento de los dioses.
Avda. Concejal Alberto Jiménez Becerril, 20