
La travesía que comprenden las calles Amparo, José Gestoso, Javier Lasso de la Vega, Trajano, Amor de Dios y Jesús del Gran Poder se liquida en apenas 15 minutos y es, en realidad, la milla de oro gastronómica definitiva en Sevilla.
Sendas vías prácticamente delimitan un perímetro en cuyo interior se saborean algunos de los mejores restaurantes de la ciudad.
Ya no es un secreto y no hace falta que salgas de estas cuatro calles. En este cuadrante se están gestando las grandes promesas culinarias de la ciudad.
Tal vez no sean casualidad y, en todo caso, este puñado de restaurantes manejan la virtud de estar en la cresta de la ola.
Arriban como agua de mayo, son diversos, tienen margen de evolución y, empero, experimentan calidad, concurrencia y festines absolutos. Literalmente un viaje profético que no deberías perderte.
La Casa del Tigre
El periplo arranca en calle Amparo, donde La Casa del Tigre (que, por cierto, estrena su primer menú degustación) rezuma personalidad por los cuatro costados.
El chef Luis Plaza está detrás de este proyecto que atesora ya 5 años estimulando el paladar a golpe de bocados sabrosísimos.
Una carta sucinta que ilustra una veintena de platos, un menú de temporada que abraza la historia del tigre y la tradición sevillana y un aspecto que anticipa que no estás en cualquier sitio si bien todo parece familiar. Tapas y platos lucen joviales teniendo el gusto de lo refinado.
📍 c/ Amparo, 9 (local b)
Taberna Zurbarán
Holgada terraza, servicio cercano, precios más que ajustados y una cocina de siempre capaz de marcar la diferencia en una ciudad donde, por fortuna, todavía se come bien en muchos espacios del centro.
En Taberna Zurbarán comerás unas albóndigas de llorar, ensaladilla, una tortilla más que notable y otras viandas en pequeño y medio formato que harán las delicias de cualquiera sin tener que desembolsar una fortuna.
📍 Plaza de Zurbarán, 2
Cañabota
El mar vertebra la propuesta de Cañabota, que se antoja una suerte de pescadería de alta cocina. Juan Luis Fernández creó en Sevilla este concepto inspirador y distinguido que le granjeó la estrella Michelin en 2021.
Marcos Nieto y Rafa García están al frente de esta delicada cocina que trabaja frente al comensal. Disponen de varios menús degustación excelentes y armonía de vinos. Producto trabajado con maestría que bien merece la pena que perpetres un gasto sustancial.
📍 c/ José Gestoso con Orfila, 19
La barra de Cañabota
La barra de Cañabota, hermano chico del homólogo, se sitúa justo al lado y reúne la esencia del primero asignándole a sus platos precios más asequibles. Pescados y mariscos en pequeño formato sin sacrificar una calidad indiscutible.
📍 c/ Orfila, 5
La Cayetana
Arranca Lasso de la Vega en un discurrir de casas gastronómicas. En el número 9 La Cayetana es un bistró andaluz sin altos vuelos que dispensa recetario clásico. Platos de sabores profusos a los que imprimen personalidad con sentido.
Luce tan cálida como su servicio y viandas y es un restaurante más que conveniente en relación calidad precio.
📍 c/ Javier Lasso de la Vega, 9
Barra Baja
Barra Baja no uno de los restaurantes predilectos de una servidora porque sí. Rafa Liñán y Patricia Moliner pueden no ser profetas de nada y aun así marcan un camino que seguiríamos a pies juntillas.
Esta dupla infalible emanan la honestidad y humildad propias de quienes quizá saben que lo están haciendo de maravilla pero sin otra pretensión que dar un buen servicio.
El cuatro manos de Sevilla es un espectáculo. La cocina frente al comensal (si acertadamente escoges la barra) es un continuo enarbolar de pinzas, soplete y pequeños cazos repletos de salsas. La danza es hipnótica; sabe todavía mejor.
¿Es tu primera vez? Que se no te escape la ostra a la brasa con mantequilla de Jerez, el puerro asado con vinagreta de yema, miel y portobellos o su brutal steak tartar.
📍 c/ Javier Lasso de la Vega, 14
Hiyoki
Hiyoki es vecino de Barra Baja y uno de los mejores restaurantes japoneses de Sevilla (sino el primero de todos). Abrió sus puertas en 2018 y su carta integra los platos más esenciales del país nipón.
Pescado y marisco de primera que podrás degustar en formato tataki, tartar, nigiri, maki, sashimi,… Las posibilidades son extensas y sobresalientes. Además, la propuesta incluye gyozas, tempuras, fideos y ramen.
Carnes ‘premium’ indispensables, como el wagyu o el novillo argentino hacen de los bocados en Hiyoki una delicia que te cautivará de principio a fin.
📍 c/ Javier Lasso de la Vega, 14
Desacato
Desacato es otro de los restaurantes que encierra este cuadrante gastronómico sevillano. Pablo Carrasco y Guillermo Prado están detrás de los fogones de esta «cocina irreverente». En su propuesta enlazan el recetario andaluz con influencias vascas y una nutrida referencia de vinos.
Una sala de corte industrial da la bienvenida al comensal, que encontrará en este restaurante elaboraciones coloridas, un buen número de platos en torno al mar (dedican, incluso, un capítulo a los mejillones), pescado del día y sugerentes opciones fuera de carta.
📍 c/ Amor de Dios, 7
Chila
Un buen restaurante chino en Sevilla era una rara avis hasta hace relativamente poco. CHILA llegó a la ciudad en 2024 para aproximarnos a la cocina de Hunan, sabrosa, ahumada y picante.
El público que aquí se congrega es variopinto aunque no faltan los perfiles asiáticos que anticipan un posible éxito. Y así es.
Los paladares atrevidos (incluso aquellos con reticencias al chile) verán el paraíso abierto ante sí. Los platillos favoritos hasta el momento son la panceta de Mao, las berenjenas al estilo Yuxiang y la oreja de cerdo con cilantro.
📍 c/ Trajano, 16
Leartá
La milla de oro gastronómica en Sevilla alcanza su cénit en una de las incorporaciones más recientes a la ciudad. Leartá se resuelve en unas pocas mesas y una degustación de 11 pases al que han sabido comunicar el espíritu de las recetas andaluzas.
Manu Lachica y Rita Llanes están detrás de este prometedor proyecto que engarza raíces y alta cocina.
Desde Leartá sostienen ser ese «lugar de encuentro entre oficios con arraigo andaluz, donde se reflexiona sobre el acento, las manos y las maneras».
📍 c/ Padre Tarín, 6
Marabunda
Marabunda es todo lo contrario a un restaurante estéril. Equipo y ambiente de lo más animados, cócteles y platos para relamerse una y otra vez. Jesús del Gran Poder celebra este espacio que se prodiga a platillos potentes.
Algunos de ellos recuerdan a un street food elevado, otros te llevan a países que ni siquiera has visitado y definitivamente todos ellos comparten un común denominador: mimo, buen gusto y potencia de sabor. Francis Balongo lidera las cocinas de este restaurante vibrante que sacudirá tus sentidos entre bocado y bocado.
📍 c/ Jesús del Gran Poder, 31