El escenario gastronómico sevillano comprende casas de comida tradicionales, de esas que dispensan tapas a discreción; restaurantes cuya experiencia se condensa en selectos menús degustación y otros espacios que acarician la alta cocina con la virtud de sentirte como en casa. Comer con las manos o replegarse en desenfadados salones y barras con la certeza de entregarse a platos interesantísimos.
A esta última categoría pertenece La Casa del Tigre, una de las referencias indiscutibles de la ciudad, que cumple 5 años y lo celebra estrenando su primer menú degustación.
El chef Luis Plaza ha ideado este periplo culinario, el menú «Tigre», que trasluce la trayectoria de Lucho y la evolución del restaurante. Estará disponible desde el 20 de enero de 2025 y se sintetiza en 7 pases (39 €) y la posibilidad de maridar con vino (en este caso, 60 €).
El menú «Tigre», un festín memorable (y asequible)
Esta secuencia de platos abraza la tradición y transita de una aparente sencillez a bocados inesperados. Todo ello con la mirada puesta en el producto de temporada y la sostenibilidad.
En palabras de Plaza, «hemos querido reunir en cada pase la esencia de lo que hemos aprendido y creado durante este tiempo. Es un guiño a nuestra trayectoria y al camino que hemos recorrido junto a nuestros clientes, además de una declaración de intenciones de lo que está por venir. Tras cinco años de historia, el Tigre está preparado para sorprender como el primer día.»
La historia de La Casa del Tigre se cuenta en cada estación, un recorrido por la cocina andaluza con el que redefinen la experiencia de comer en este restaurante frontera entre Las Setas y calle Feria.
Pedro Guardia, metre del restaurante, añade que “los vinos que acompañarán al menú irán cambiando según la temporada y el plato, pero siempre con un guiño a los vinos andaluces, que forman parte de nuestra identidad. Queremos que el vino no sea sólo un complemento, sino una parte activa de la experiencia.»
Y la mejor de las noticias: los 39 euros a los que asciende confirman que una gran degustación no es incompatible con un precio más que ajustado.
Los sietes pases de su menú
El menú arranca con un guiño al restaurante, un mejillón tigre fuera de lo común. Una concha crujiente (esta sí podrás ingerirla) rellena de bechamel y granillo de patata.
Sigue un snack vegetal (la gastronomía verde conduce gran parte de este viaje) que se compone de una lechuga ecológica aderezada con pistaño garrapiñado, también presente en el aliño y la espuma.
Brilla el guiso de verdinas con bacalao cocinadas a baja temperatura que recordarán, con mucha finura, a los guisos de casa. Uno de los platos del invierno en Sevilla.
Lucho Plaza firma a continuación un mar y montaña con pargo de Conil rebozado en cerdo sobre el que descansa un acertado curry de pimientos asados.
Otro de los duendes de este menú que ensalza la tierra y la historia del Tigre es el salteado de setas. Aquí la trufa, sin dominar con su sabor, perfuma e integra el plato con sutileza.
Una costilla de cordero a baja temperatura con crema de castañas y demi-glace del propio cordero cierra el capítulo de los salados. Corona la composición un aire de mantequilla tostada y vainilla.
Concluye el menú «tigre» con un refrescante granizado de lima y jengibre.
Una entrada triunfal al año nuevo. Si a este destino gastronómico ya peregrinaban ávidos los comensales, su proyección es ya irrefutable.
No claudican en la tarea de crecer, renovarse y ofrecer una cocina profunda, respetuosa y accesible. Larga vida a La Casa del Tigre.