
En tiempos de necesidad, la cocina trataba de buscar fórmulas efectivas para engañar al apetito, proporcionar todos los nutrientes posibles con pocos recursos y aprovechar repitajos a lo largo de la semana. La sonada cocina de aprovechamiento que tantos restaurantes llevan hoy por bandera incluye la poleá de la que venimos a hablar y que en Sevilla todavía puede degustarse en algunos espacios.
Los postres, por supuesto, a menudo eran un bien escaso y en las casas más humildes, lo tradicionales gachas podían servir como un plato principal.
Y es que la poleá es una suerte de gachas dulces elaboradas con harina, típicas en la Andalucía occidental. En su momento, funcionaba como un plato que aportaba energía.
Esta tradicional receta ha ido adoptando distintas variantes en función de la procedencia si bien sus ingredientes no prescinden de calorías precisamente.
Por lo general, para elaborar esta exquisitez solo necesitas harina, leche, azúcar, aceite y matalahúva (anís en grano).
Dónde comer poleá en Sevilla
Que si se han puesto en valor las torrijas o el panettone, acaso no merezca la poleá este prestigio.
Entretanto, no obstante, unos cuantos espacios en Sevilla le hacen un hueco a esta delicia no tan conocida:
Sr. Cangrejo

A Sr. Cangrejo debemos concederle ovaciones por muchas razones. Una de ellas, que aplica a estas líneas, es la capacidad de armonizar elaboraciones exquisitas y una gran bodega sin descuidar a los postres.
El apartado dulce, que va transformándose y mutando como su carta, conjuga acertadísimas recetas que Jesús León recupera y sublima. Su arroz con leche y la poleá son, sencillamente, algunos de los mejores cierres gastronómicos en la hispalense estos días.
📍 c/ Harinas, 21
Enea

En Enea redefinen el concepto de cocinar a través de un viaje a las raíces. Haciendo uso de técnicas como el escabeche o la fermentación recuperan recetas (e incluso materiales) ancestrales para componer su menú degustación.
El comensal se entregará a pequeños bocados que barren para casa ensalzando el ingenio en tiempos de carestía. Ingredientes locales y platillos que se comen con las manos o que dan valor a los dedos como herramienta.
Al final del recorrido uno se da de bruces con el recuerdo, un sencillísimo pero delicioso postre que evoca las nostálgicas galletas con leche. El plato apela a la infancia en Sevilla: unas galletas rellenas de poleá y leche de cabra aromatizada.
📍 Avenida del Greco, 4
Taberna Zurbarán
Al amparo de uno de los grupos hosteleros más afianzados en Sevilla, Taberna Zurbarán emerge como un valioso reducto de la cocina de siempre con precios comedidos y un entorno memorable. Que disfrutar de tapas deliciosas a escasos metros de Las Setas es una bendición.
Pero hay más. Otorgarle el lugar que corresponde a la tortilla de patata en la hispalense —por fin jugosa, con cebolla caramelizada, que se desborda sin pecar de exceso— y recuperar uno de los postres más olvidados de nuestra tradición: la poleá.
📍 Plaza de Zurbarán, 2
La Esencia

En La Esencia cada año se prodigan a la Cuaresma con torrijas especiales y este 2025 cuál ha sido la sorpresa al promover ambas recetas: torrija con poleá.
En este caso, utilizan una masa de brioche hornada, que le aporta una consistencia más ligera, cubierta con poleá. Siguiendo la receta de la abuela de Javier, la elaboran con harina, azúcar, limón, matalahúva y canela.
Junto a esta singular torrija bañada en poleá, ofertan también las tradicionales (con masa madre de La Esencia: vino y miel o leche con canela y azúcar quemada al más puro estilo crème brûlée.
Estarán disponibles en las diversas localizaciones de La Esencia (Mairena del Aljarafe, Castilleja de la Cuesta, Palomares del Río, Tomares y Sevilla-Porvenir).
📍 c/ Compositor Manuel Castillo, 2 (Porvenir, Sevilla) | Av. de las Civilizaciones, 80 (Mairena del Aljarafe) | c/ Horizonte, 8, nave 15 (Mairena del Aljarafe) | Avenida de Almajarra, 1 (Tomares) | c/ Real, 7, local 2 (Castilleja de la Cuesta) | Avenida del Aljarafe, 13 (Palomares)
Asunción
Templada, cremosa y con coscorrones es La Poleá de la repostería Asunción. En la calle de mismo nombre en Los Remedios, se presta a los dulces con especial foco en la temporalidad de los mismos. Así, igual te das de bruces con un aparador repleto de huesos de santo que de pestiños o mantecados.
En cualquier caso, esta confitería con solera en Sevilla es uno de los pocos espacios que preparan todavía este postre de posguerra.
📍 c/ Sánchez Perrier, 4