Pocos restaurantes con terraza consiguen atrapar al comensal de la forma en que lo hace ‘El mirador de Sevilla’, en el hotel Vincci La Rábida 4*. En el corazón del Arenal ofrece un aspecto renovado y fresco y estrena carta para la temporada estival. Asomarse a la ciudad es un gusto desde las alturas de este alojamiento.
Así lo atestiguan los comensales, que colman este espacio en un almizcle de turistas, huéspedes y vecinos de la ciudad. Y es que las vistas panorámicas que dispensa son un regalo para los sentidos y su propuesta gastronómica es perfecta para saborear y compartir.
Vincci la Rábida, música y gastro desde las alturas
Entre cócteles y aperitivos la tarde se deshace y el cielo de la ciudad se transforma en sintonía con este animado espacio. Porque para experiencias más hedonistas el lector puede consultar sus redes sociales.
En ellas indican cuándo se celebran noches con música en directo que son la guinda para encuentros más especiales.
El escenario es ideal y su nueva carta condensa propuestas para todos los gustos sin dejar de capturar los sabores de la ciudad.
¿Y qué se come en ‘El mirador de Sevilla’?
De los clásicos no prescinde: jamón ibérico de bellota 100%, quesos, salmorejo, mazamorra o terrina de foie. Entre las posibles entradas escogimos la ensaladilla de langostinos y pulpo braseado, apetecible para abrir boca. Y un notable ceviche de gambones y vieiras con mostaza de casis, cebolla caramelizada y manzana dulce.
Le siguió el steak tartar de solomillo de buey con aceite de humo y sus aderezos y una crema de setas con pato confitado y piñones a la altura.
Los paladares más sibaritas también están de enhorabuena porque en ‘El mirador de Sevilla’ se contemplan las gambas cocidas de Huelva, los langostinos cocidos de Sanlúcar o el caviar de Beluga, que en este caso acompañan con crema agria, blinis y lima.
Además, incluyen dos seductores capítulos dedicados a guisos y latas, como los lomos de sardinas ahumadas sobre tosta de hojaldre con mermelada de tomate y mayonesa de hierbabuena.
Rematan la experiencia tres opciones dulces: una tarta de queso, el arroz con leche receta de la abuela. O nuestro predilecto, su tarta árabe al estilo Mirador, un cierre dulce que preparan con una suerte de crema de limón y sustituyendo la masa brick por unas infalibles tostas de Inés Rosales.