La sencillez y los productos endógenos parecen ser los ingredientes indisociables a la gastronomía italiana. No es óbice para que se implementen nuevos conceptos que enraícen con la honestidad y los estándares. Un cometido que La Bombonera Group ha sabido aplicar con éxito en Ricca, el restaurante italiano de moda en Sevilla que ha incorporado en su propuesta la primera barra omakase de pizzas en España.
En los márgenes de la innegociable tradición se atreven a poner sobre la mesa una de las experiencias más singulares de la ciudad. Y en el corazón de El Arenal, donde las callejas de barrio se confunden con la algarabía del viajero, es donde se cuece Ricca, esta nueva forma de comerse Italia.
¿En qué consiste la barra omakase de Ricca?
Ya lo explicábamos a propósito de la apertura de Kinu, «omakase» (un término japonés que designa «confianza») alude a ponerse en manos del chef frente a una barra y probar bocados preparados in situ a voluntad del cocinero. Un concepto que aplicaba a la cocina nipona hasta que Ricca se ha propuesto revolucionar los patrones de la hostelería en la hispalense.
En suma, la barra de Ricca (con capacidad para ocho personas cada pase) funciona como un sendero por el que transitan una nutrida cantidad de platos italianos. El maestro pizzaiolo pone en marcha esta experiencia, al estilo de los menús degustación, que consta de 10 pases (3 entrantes, 6 pizzas distintas y un postre) y un aperitivo que las antecede.
Pizzas refinadas sin renunciar al sabor
El relato arranca con la danza tras la barra. Coordinación, mise en place, el imponente horno Valoriani (traído directamente desde Figline Valdarno, Florencia) y la narración del maetro pizzaiolo frente a los comensales. Las manos tienen un lenguaje propio y las pizzas parecen las de siempre pero definitivamente no lo son. Y es que la cosa se pone seria con los ingredientes, escogidos con respeto a la tradición, la calidad y la procedencia de los mismos.
Speck, mortadella y otras viandas, quesos y salsas se pavonean a pocos centímetros del comensal para integrarse en cada elaboración. Y la masa de las pizzas son otro rollo. Las tienen de dos clases, ambas elaboradas con harinas 100% italianas fermentadas durante 48 horas.
Más allá de su atractiva barra omakase, Ricca dispensa lo propio de un buen restaurante italiano en este refinado espacio dominado por tonos blancos y granates. Y para celebración de quienes se inclinen por las comidas en casa, también ofrecen pedidos a domicilio.