En las inmediaciones de Nervión, los jardines de la Buhaira y el palacio que le da nombre podrán pasar por alto para el turista, pero el sevillano debería saber algo más que situarlos en el mapa.
No es difícil reconocer que no es de los lugares más turísticos de Sevilla ni uno de sus monumentos imprescindibles. Sin embargo, una visita al Palacio y los jardines de la Buhaira nos remitirán a un pasado de esplendor árabe que merece ser conocido.
En la época de ocupación musulmana, bajo el reinado de Al-Motamid, se decidió desecar una laguna que ocupaba la zona que hoy conocemos como Buhaira («al-buhaira», por cierto, significa «laguna»). Gracias a tres botánicos —Ibn-Bassal, Abu I-Jair e Ibn Hayay— se convertirá en una zona de recreos.
Un palacio de verano
A partir del siglo XII, este terreno se ampliará bajo el califato de Abu Yacub Yusuf, quien dotará a la zona de olivos, palmeras, viñas, árboles frutales y lo más importante: un palacio y jardines en la zona, creando así una pequeña Medina Azahara en Sevilla.
El agua con el que se mantenían estos jardines provenía del acueducto de los Caños de Carmona, y de una alberca que había in situ.
El palacio de verano fue un lugar idílico para los reyes árabes y, de hecho, los dos portones que dan a la calle Porta Coeli era el acceso a esta zona de descanso.
Al conquistar el rey Fernando III de Castilla esta zona en el año 1248, el entorno pasó a denominarse Huerta del Rey. Parte de los jardines se incendiaron y no se reforestaron hasta el siglo XVI.
Años más tarde lo adquirió doña Catalina de Ribera, así que la Buhaira fue durante siglos propiedad de la familia Enríquez de Ribera y de sus herederos.
¿Qué uso tiene hoy el Palacio de la Buhaira?
En el año 1892, María de los Ángeles Pérez Garvey encargó un pabellón neomudéjar a Aníbal González. Prácticamente un siglo más tarde, en 1999, se rehabilitó la zona, añadiendo unos jardines de estilo musulmán.
Este conjunto declarado Bien de Interés Cultural alberga las ruinas del Palacio de la Buhaira, la alberca, la portada de las Almenas, la puerta de San Agustín, la calle Nueva y la portada de Tejaroz.
Actualmente, sirve como centro cívico en el que tienen lugar las noches de verano en el Palacio de la Buhaira, un ciclo de representaciones teatrales y líricas que tiene lugar en el mes de julio.