La casa de postas que emergió en Ezcaray en las postrimerías del siglo XIX y que hoy aloja el emblemático Echaurren. Ca l’Enric, que abrió como hostal en 1882 y que hoy constituye un referente gastronómico en la Vall de Bianya. Son solo algunos ejemplos de negocios que han resistido al paso del tiempo y se han transformado con garbo. Sevilla hace lo propio con un destino señero, testigo de la historia que es, a su vez, el bar más antiguo de Sevilla y España: El Rinconcillo, en pie desde 1670, en tiempo de Carlos II.
Su icónico anaquel blanco al más puro estilo de las abacerías, barra de madera, suelo de loza, toneles que hacen las veces de mesa, azulejos con motivos florales a media altura son solo algunos de los detalles que visten el Rinconcillo.
La luz tenue anticipa de algún modo el paso del tiempo, el imaginario de los sitios vetustos, bares históricos que estuvieron aquí mucho antes que nosotros.
Los propietarios que hoy regentan El Rinconcillo, los hermanos Rueda, heredarían este negocio que ha ido transfiriéndose de generación en generación desde que la familia lo adquiriera en 1860.
La cocina de El Rinconcillo
Cerca de 400 metros cuadrados distribuidos en tres plantas flanqueadas por la historia.
Los clientes se apiñan a su barra con cariño, solícitos de viandas con solera. Y es que la configuración de su carta responde a un firme respeto por preservar la tradición.
Chacinas, coquinas, las míticas espinacas con garbanzo, pavías de bacalao y otras frituras que manejan con soltura, revueltos, carnes y suculentas sugerencias. El Rinconcillo se prodiga al noble arte de saborear la ciudad, donde se manejan con soltura y adonde siguen peregrinando clientes y fidelizados.
Ya lo ven, atesora siglos de historia (hay documentos que ya recogen actividad en El Rinconcillo hacia 1633), es uno de los bares más legendarios de todo el mundo y además conserva una cocina fantástica, fiel a su herencia.
En 2023, la guía gastronómica Taste Atlas lo reconoció como uno de los bares capaces de trascender el tiempo. Y agregó que «cada tapa cuenta una historia de ingredientes locales y recetas tradicionales, que reflejan la rica historia de Sevilla y su gastronomía, haciendo de El Rinconcillo su principal embajador».
Testigo del paso de 15 reyes; las dinastías de los Austria, Bonaparte, Saboya y Borbón; epidemias de cólera y gripe española, la Guerra Civil Española y e inclusive la pandemia de la Covid.
Solo entonces cerraría sus puertas temporalmente el bar más vetusto de España y el cuarto más antiguo de Europa. La taberna más vetusta, en todo caso, es Las Escobas, cuyos orígenes se encuentran en el 1386.
¿Dónde está el bar más antiguo de España?
Para dar con El Rinconcillo hay que desplazarse hasta calle Gerona, junto a la Plaza Ponce de León y a pocos metros de Las Setas, el Palacio de las Dueñas o la concurrida calle Feria.
Para corroborar el entusiasmo que despierta juzguen ustedes mismos: siempre está animado entre parroquianos y turistas.