Los churros, con distancia y variaciones, se consumen a lo largo y ancho del planeta. Los encontrarás en México y Argentina, también los populares youtiao en China o bajo el término «sfinj» en Marruecos o acompañados con queso y aguapanela en Colombia. En España podemos alardear de prepararlos como un elementos indisociable de los desayunos dominicales si bien no en todas las regiones del país se conocen con el mismo nombre. En Madrid son porras y en Sevilla los abanderamos como calentitos, ¿por qué recibe esta denominación en la hispalense?
Las teorías respecto a su origen y etimología abundan sin ponerse del todo de acuerdo si bien la más extendida refiere que el concepto que utilizamos en España refiere a la cornamenta de la oveja churra, una raza autóctona de Castilla León. Que lo tomaran los pastores como sucedáneo del pan está entre las suposiciones.
La combinación de harina, agua, aceite, sal y azúcar ha dado como resultado multitud de recetas como esta que posiblemente entronquen con la cocina árabe y los buñuelos. Son tantas las conjeturas que incluso hay quienes asumen su origen más primitivo con los romanos, la civilización egipticia. La más extendida de todas ellas sitúa su aparición en España de la mano de los portugueses procedentes de China y los legendarios youtiao (bocados salados, en este caso).
Sea como fuere, los churros llegaron a la Península y también se extendieron a otras regiones del mundo, capaces de otorgarle su propio carácter y función social. Incorporar el chocolate a esta tradición matinal vendría algo después.
¿Por qué en Sevilla los churros se llaman «calentitos»?
Por otra parte, en las variación y evolución de los churros que consumimos en España también radica su riqueza y versatilidad. Porras, churros de patata o calentitos (en otras zonas de Andalucía también tallos, jeringos o tejeringos) conviven elevando y justificando mañanas hipercalóricas.
Huelva y Sevilla los designan como calentitos y son las calenterías quienes elaboran este popular snack. En lo que refiere a este nombre, dicen que tiene que ver con la temperatura a la que se preparan. En contraste con otras masas, lo de los churros se hace con agua hirviendo.
Lejos queda ya la estacionalidad de los mismos, más allá de Año Nuevo, Feria o Semana Santa, los calentitos son ya una tradición capaz de tomarse de lunes a domingo y no necesariamente a primera hora de la mañana.
Quizás te interese: Las 15 mejores torrijas de Sevilla que salvarán tus meriendas esta primavera.