Sevilla entregada a la exclusividad es una tendencia inevitable, constatado en eventos de gran calado, restaurantes sofisticados y hoteles increíbles como lo nuevo de la cadena Mercer Hoteles, su segundo cinco estrellas gran lujo en la ciudad ubicado en plena Plaza de San Francisco.
Un alojamiento exquisito que cuenta con 25 habitaciones y suites, que apuesta por una gastronomía cercana y se revela como uno de los Top 5 hoteles más lujosos de Sevilla.
Tres son los fundamentos que rigen la filosofía de Mercer Hoteles: localizaciones extraordinarias en enclaves históricos rehabilitados; una especial atención en la gastronomía de sus restaurantes y un servicio impecable.
En concreto, en Sevilla escogieron el palacete burgués del siglo XIX que acoge Mercer Sevilla a cargo de los arquitectos Cruz y Ortiz. Le siguió su icónico EME Catedral Mercer, en Santa Cruz y este 2024 siguen su expansión con Mercer Plaza, en los números 11 y 12 de la Plaza San Francisco.
Los espacios de Mercer Plaza
Sus refinadas habitaciones, primorosos espacios teñidos de índigo o gris tinta, son un alarde del trabajo artesanal. Una simbiosis entre lo contemporáneo y los elementos históricos que se conservan propios de las antiguas casas sevillanas.
Desde las alturas, una gran terraza ofrece solarium y zona de baños con una pileta recubierta de azulejos aguamarina. Además, cuenta con otra terraza con bar y panorámicas alucinantes a la Catedral y a la Giralda.
En lo que respecta a su oferta gastronómica, el restaurante, Bar Plaza, presenta una propuesta en torno al recetario tradicional con toques de fusión y técnicas contemporáneas.
Shikaku es su restaurante japonés con vistas a la muralla romana descubierta durante la rehabilitación del inmueble. Ambos se sitúan en la planta calle con acceso directo a San Francisco, donde Bar Plaza tendrá su propia terraza.
Un edificio histórico
Mercer Plaza Sevilla ocupa dos antiguos edificios que nacieron como residencias familiares de una burguesía floreciente en la segunda década del siglo XX.
El primero, en 1914, lo firma Juan de Talavera Heredia (1880 – 1960) y, el segundo, construido dos años antes por José Espiau y Muñoz (1879 – 1938). Los dos arquitectos coquetearon en sus inicios con el modernismo si bien ambos terminarían por sumarse al regionalismo.
Un inmueble testigo de la historia que los huéspedes podrán disfrutar a través de los elementos barrocos, mudéjar y góticos que incorpora el estilo regionalista. O apreciando los restos de la muralla romana del siglo III, ahora restaurada.
Desde el inicio, la propiedad ha sido operada por Mercer Hoteles. Tras el paso de una franquicia extranjera, ahora lo gestionará bajo su propia marca.