
Que Triana resiste con la naturaleza de los barrios de otrora es una realidad irrebatible. El turismo se deja caer por las calles más inmediatas a la orilla del Guadalquivir pero el curso del antiguo arrabal pescadero tiene pulso y por él discurren pastelerías, bares y establecimientos de toda la vida y otros que se incorporan a una oferta honesta. Y de eso saben en Balbuena y Huertas.
Se encuentran donde convergen la pintoresca San Jacinto y López de Gomara al abrigo de un inmueble de corte regionalista (el cinco estrellas Cavalta), ideado por Ramón Balbuena y Huertas. Una propuesta gastronómica que se salda en cuatro menús degustación.
Una experiencia que nos alimenta con los sabores de siempre en creaciones contemporáneas. Triana, Pureza, Balbuena y Huertas (esta última es una opción vegetariana solo bajo reserva previa) son los cuatro menús que el comensal podrá escoger. Un periplo a través del paladar sevillano que desgranamos en las líneas que siguen.
¿Qué se come en Balbuena y Huertas?
La propuesta más concisa es el menú «Triana», que recorre este callejero a golpe de sabor en 6 pases con postre incluido. Toda una oda al noble arte de tapear con versiones como los boquerones en adobo, que revisitan en una suerte de ensalada con remolacha y helado de vinagre.
El «Pureza» integra las bondades del producto del sur, desde un notable paté de faisán, manzana y Mistela o un lomo de venado macerado con salsa de queso y kefir. Otro rollo, dos de nuestros bocados favoritos. En este caso, el menú se compone de 8 pases.
«Degusta Balbuena» es la tercera de las opciones que alimentan la experiencia. 12 pases que son todo un alarde de refinamiento sin renunciar a la proximidad de los guisos de casa. Entre sus platos cabe mencionar la berenjena a la llama, salmón y kefir, los langostinos de Sanlúchar hecho en manteca colorá con huevo frito o los callos vegetales con champiñones.
El peregrinaje culmina con «Anarkía», un final dulce cuyo nombre dedica un guiño a Jordi Roca. Un retorno a la infancia sobre la mesa donde purés, cremas, bombones y otras texturas dulces construyen una suerte de petit four canalla.
En el último de sus menús se encontrarán elaboraciones vegetarianas que tampoco dejarán indiferente al comensal. El «Huertas» consta de seis platos y un postre alrededor de los productos del campo.
Precio de los menús degustación
En Balbuena y Huertas impera la cercanía. Y es una realidad que gusta a casi todo el mundo: llegar a una lugar donde sirven buena comida y sentir desde el servicio que podrías estar en casa.
Una experiencia amable que se liquida en 39, 55, 70 y 48 euros cada menú, respectivamente. El maridaje es opcional si bien puede escogerse entre la selección Plata u Oro. En sendos casos el incremento del precio se incrementa en torno a los 30 y 50 euros por persona.