Sevilla se conoce, entre otras muchas virtudes, por su heterogénea oferta gastronómica, casi siempre bajo el amparo de la calidad. Cientos de restaurantes y bares colman las guías y el callejero no sin dificultades para escoger. Sin tratar de sentar cátedra pero aproximándonos a los templos infalibles, Sevilla ya suma dos restaurantes galardonados con estrellas Michelin: Abantal y Cañabota.
Abantal, entre Menéndez Pelayo y Luis Montoto, elevó la gastronomía sevillana a la excelencia y durante 14 años ha revalidado su reconocimiento en la afamada guía, además de los dos soles Repsol que atesora. Abrió sus puertas en 2004 y su cocina está a cargo del chef Julio Fernández Quintero, formado en la Escuela de La Taberna del Alabardero de Sevilla. El comedor luce un atmósfera sencilla, trabajo de los arquitectos Santiago Pérez Barreda y Jaime Márquez Escudero y se mimetiza con el menú, protagonista indiscutible de esta experiencia que parte desde Sevilla y atraviesa toda Andalucía. La mezcolanza perfecta capaz de equilibrar un recetario con un poderoso componente tradicional y las vanguardias en boga.
Los dos menús degustación de Abantal
Respecto por los productos y la estacionalidad de los mismos, Abantal ofrece dos menús degustación. El primero de ellos, con 9 paradas, asciende a 80 euros, 115 si se escoge la opción con maridaje, que incluye 5 armonías seleccionadas por sus sumilleres. Por su parte, el Gran Menú Degustación cuenta con 12 pases y sale a 100 euros, con un incremento de 45 si se selecciona maridaje, en este caso con 6 armonías.
Cañabota y La Barra, su espacio informal
La cuidadísima propuesta de Cañabota se identifica con el mar. Pescados y mariscos vertebran el concepto de Cañabota, que apuesta por el mejor de los productos. Juan Luis Fernández creó en Sevilla un espacio inspirado en un local dedicado al pescado lleno de azulejos que tuvo la ocasión de ver en Croacia. Procedente de una familia pescadera, el chef sevillano decidió poner en marcha este proyecto en 2016, al que se sumaron Jaime y Eduardo Guardiola, Marcos Nieto y Rafa García.
En este consagrado templo gastronómico la técnica y el servicio se ejecutan con maestría en cada uno de sus espacios. Por el momento, el recién estrellado restaurante del centro de la hispalense dispone de dos espacios para el comensal.
A saber, el restaurante propiamente dicho en el que ofrecen tres menús. El menú Homenaje, por 90 euros, se diseña a diario para ofrecer al comensal la experiencia más completa. La segunda opción, Armonía, contiene vermú aperitivo, armonía de vinos, agua y café además del menú, por 140 euros. La tercera alternativa es el menú Bollinger R.D. que incluye menú para dos personas y botella de Bollinger R.D del año 2004, agua y café por 450 euros.
Por su parte, La Barra atesora un ambiente más distendido, una barra clásica al más puro estilo sevillano y clásicas elaboraciones. Mariscos, sí, pero también otras viandas tradicionales como ensaladilla o croquetas.
Abantal y Cañabota pilotan el escenario culinario de le la ciudad como las estrellas, sacralizadas y emergentes, que merece la pena probar, al menos, una vez en la vida.