Sevilla sigue en la senda de impulsar su vida cultural con una de las mayores transformaciones de Patrimonio de la Junta de Andalucía: preparar las Reales Atarazanas para albergar el gran museo de arte contemporáneo de la ciudad. La valía y atractivo del astillero medieval son incuestionables y espacio recóndito ha servido como escenario para la pequeña pantalla.
Un inmueble histórico
El museo que acogerá las Atarazanas, no obstante, tiene como precedente un proyecto de gran envergadura que nunca vio la luz y que contaba con la restauración del lugar para un fin cultural. En este caso, la propuesta arquitectónica también correrá a cargo de Guillermo Vázquez Consuegra y contempla crear una enorme plaza de 6.500 metros cuadrados en las inmediaciones del Guadalquivir, según ha informado el Diario de Sevilla.
Para esta ambiciosa rehabilitación se tienen como referencia las pinacotecas de Londres, París, Berlín y Nueva York. De esta manera, se sumaría a los dos notables espacios museísticos de la ciudad, el Arqueológico y Bellas Artes. El futuro Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla aspira a situarse como una referencia nacional, en la misma línea que los mentados.
Por otra parte, acogerá una nutrida exposición permanente así como muestras temporales para las que se consideran a artistas como Anish Kapur, Kondo, Jaume Plensa, Kusama, Takashi Murakami, Marina Abramovic, Rafa Macarrón, Mueck, Domingo Zapata o Javier Calleja.
Con todo, y teniendo en consideración el legado histórico de las Atarazanas de Sevilla, el Museo de Arte Contemporáneo contará con un centro de interpretación en torno a la historia y evolución de este espacio, que ha servido como astillero defensivo, lugar de almacenamiento y complejo hospitalario.
El futuro del CAAC en la Cartuja
En lo que respecta al Centro Cultural de Arte Contemporáneo (CAAC) de la Cartuja, sus funciones se verán alteradas sustancialmente. Algunas de sus mejores obras se incorporarán al catálogo del museo en las Atarazanas y se espera que en su lugar se convierta en una suerte de Centro Matadero de Madrid.
Una alternativa para seguir poniendo en valor este inmueble en la Cartuja y dotarlo de vida con una holgada programación cultural, interdisciplinar y enfocada a la creatividad.