En el terreno del habla el andaluz es un maestro que, sin tener el prestigio de considerarse una lengua sino un dialecto, tiene una riqueza única, genuina e inteligente patente en sus expresiones. El andaluz nos hace singulares, cercanos y a menudo, indescifrables. Y, naturalmente, cuenta con distintas variedades, subdialectos, especificidades fonéticas…
En otras palabras, las expresiones y acentos pueden cambiar de un pueblo a otro. Incluso bebe el andaluz de lenguas como la inglesa, de la que ha adoptado y transformado decenas de palabras. Ahora bien, la esencia es la que es y entiéndase este artículo con una intención salerosa.
Por ello, hemos recopilado algunas expresiones clásicas o frases intraducibles del andaluz. Para que te rías o para que lo compartas con tus amigos guiris o con aquellos que practican el español al norte de Despeñaperros.
1. Jihome
Es un “sí, claro” irónico. Un ejemplo sería «ji home, voy a ser yo de Córdoba. De la Macarena soy. ¡Digo! Voy a ser yo de Córdoba…”. Con mayor o menos aspiración de la ese, esta expresión tiene especial presencia en Sevilla.
2. ¡Fite!
No es una contracción de aféitate sino de “fíjate”. La cuestión es ahorrar sílabas como sea. Fitetú es otra variable bastante extendida.
3. No ni ná
Cabe decir que esta expresión no debe enseñarse a la ligera, especialmente si no se domina si quiera el español. El noniná es una maravilla lingüística, la triple negación del andaluz que, paradójimente, es una afirmación categórica.
¿Por qué no ni ná es auténtica poesía? porque se produce la aliteración de la «n», porque partimos desde la vocal más cerrada hasta la más abierta del andaluz, y porque con estas seis letras pueden construirse infinitas frases.
Pongamos por ejemplo: «no pienso quedarme en casa estas vacaciones, ni aunque haga mal tiempo, nada me lo va a impedir» (tampoco tentemos a las suerte con este ejemplo). En ocasiones, puedes escuchar esta expresión del andaluz acompañada de un “te diré”.
4. A Jierro
Se utiliza para afirmar algo con mucho ahínco. Si te preguntasen si eres del Sevilla y así fuera dirías “del Sevilla a jierro”. A muerte, a tope o a full serían sus homólogas más normativas.
5. Lavín
Pretende transmitir asombro, desagrado o sorpresa. Procede de contraer «la Virgen», «la Virgen santa» o «la Virgen compadre». No es extraño escuchar otras variantes como lavínpae o lavinsanta. También puede emplearse como una expresión de desidia parecida al clásico «vaya tela…»
6. Te viá
Se puede combinar meté una lese, dá un guantaso. Significa “te voy a”.
7. Illo: el apelativo nacional
En términos generales, podríamos decir que el andaluz tiene predilección por las partes nobles del ser humano para referirse a un colega o a un amigo. Así, churra, pisha, polla o chocho forman parte de los apelativos más comunes (se suelen utilizar indistintamente del género).
Aunque si tenemos que decantarnos por una palabra que aglutine todas estas maneras de designar a alguien cercano sin duda es illo. Compadre, o su derivado mpare son también bastante frecuentes.
8. Arrejuntarse
Muy usado por señoras cuando hablan de las nuevas parejas que no se quieren casar y se limitan a arrejuntarse.
9. Cagontó
Habitualmente lo veremos acompañado de “tus muertos” o “lo que se menea” aunque no es raro escuchar un solitario y suspensivo cagontó. Es una de las expresiones del andaluz más vulgares, que suele emplearse cuando buscas aparcamiento por el centro o no hay sitio en ninguna terraza y son ya las tres de la tarde.
10. Tesquiyá
Una vez más la contracción es uno de los fenómenos favoritos del andaluz. En esta ocasión, tesquiyá viene a condensar un «vete de una vez» aunque valiéndose del humor y la ironía: «te quieres ir ya».
11. Encartar
Otra de las expresiones más extendidas del andaluz y bastante común en casi todas las regiones de esta tierra es el verbo encartar. Una suerte de posibilidad sobre la mesa. Esta semana empieza la Fiesta del Cine, si te encarta podemos ir. Quiere decir que existe esa opción.
12. Foh
La indolencia e incluso el descontento se expresan fácilmente empleando este monosílabo desganado. Por ejemplo, así sonarían los lunes si tuviéramos que adjudicarles una onomatopeya: ¡Foh!
13. Expresiones despectivas en el andaluz
Entendiendo que el andaluz, como todas las hablas, está repleto de expresiones con connotaciones negativas, no debe sorprender encontrar una amplia variedad de términos con matices que, de todos modos, también pueden emplearse de forma cariñosa.
Penco o papafrita viene a ser inútil; malaje es alguien con un punto (o varios) de malicia y malafollá quien tiene malas formas; un jartible es un pesado o pesada (incansables en algunos aspectos); hablar de fulleros implica referirnos a tramposos y referirnos a que alguien está apollardao entronca con una personalidad distraída, que no se entera de nada.
*El andaluz es un dialecto del español por tanto las expresiones recogidas en este artículo son transcripciones fonéticas que representan de forma general algunos fenómenos del andaluz.