El Barrio de Santa Cruz anida entre sus laberínticas callejas y recovecos multitud de historias y leyendas. Y más allá de lo que cuenten las guías la Reja del Diablo es uno de esos detalles que pudieran pasar desapercibidos pero que siguen nutriendo el carácter y misterio de este céntrico barrio.
La forja, al igual que la cerámica y la alfarería, es un arte muy recurrente en la capital andaluza y por este motivo nos encontramos con numerosas rejas que constituyen auténticas obras de arte. Sin embargo, hay una de ellas que destaca por la tenebrosa historia que hay tras ella: la reja del diablo.
¿Por qué se llama reja del diablo?
Una suerte de tejido de hierro, cuya elaboración entraña una gran dificultad porque hay que forjar el hierro al rojo para poder hacer ese uso de su maleabilidad. Se dice que el único ser que puede tocar el hierro en ese estado sin quemarse es el diablo.
El origen de esta reja se desconoce si bien se cree que pudo haberla forjado un herrero mudéjar de Jaén. Asimismo, merece ser considerada como una joya en el sur; este tipo de obras solo se encuentran en Austria, con algún ejemplo insólito en ciudades españolas como Sitges.