Uno de los palacios más emblemáticos de Sevilla podría entrar próximamente en la lista de los hoteles más impresionantes de la ciudad. Se trata del Palacio de la Motilla, cuyas icónicas fachadas pueden observarse en el paseo desde las Setas hacia el centro. Ubicado en la confluencia entre las calles Cuna y Laraña, se han iniciado los trámites de su venta por valor de 14 millones de euros.
Su comprador es Mario López Magdaleno, empresario a la cabeza de Magtel, Tharsis Mining y Explotaciones Mineras del Andévalo, cuya pretensión es convertir el edificio histórico en un complejo hotelero. El proceso de venta se ha iniciado con el desembolso de una señal que asciende a 3,5 millones de euros, el que constituye el paso previo a elevar a escritura pública la compra del inmueble.
Si bien el palacio figura actualmente en el catastro como de uso residencial, López Magdaleno ya ha iniciado los contactos con el Ayuntamiento de Sevilla para tramitar su futura explotación como hotel. El empresario se estaría informando sobre el margen de intervención urbanística permitido para la adaptación del edificio, aunque no descarta mantener una parte para uso privado. No es el primer edificio con valor histórico que sufrirá este tipo de transformación en los próximos tiempos, ya que recientemente fueron autorizadas con estos fines las obras de rehabilitación del Convento de San Agustín.
Polémica por su venta
La operación es objeto de debate entre los miembros de la aristocracia sevillana y andaluza. Aunque el palacio es propiedad íntegra del marqués de la Motilla y de Valencina, Miguel Solís Martínez-Campos, algunos integrantes de su familia se han mostrado reacios a su venta y posterior explotación como hotel. No obstante, la marcha atrás en el proceso conllevaría una compensación de 7 millones de euros al comprador.
Construido a principios del siglo XX por Vicente Traver, el Palacio de la Motilla cuenta con una superficie construida de 4.629 metros cuadrados. Fue un encargo del marqués de aquel momento al arquitecto italiano Gino Coppede, que se inspiró en el renacimiento florentino, del que se ha convertido en todo un hito. Aunque no está abierto al público, su interior se ha dado a conocer a través de la ficción televisiva, ya que ha albergado rodajes de series de la índole de Juego de Tronos o La Peste.