Todo pueblo tiene sus tradiciones, sus monumentos y, sobre todo, sus platos típicos que siguen una receta transmitida de generación en generación. Es un hecho que la comida forma parte de la identidad de un municipio y que no se puede conocer un lugar si no lo has saboreado. En nuestra última aventura gastronómica nos hemos propuesto alejarnos del núcleo de la ciudad y hacer una ruta gourmet por los pueblos de Sevilla:
Marchena
El plato estrella es el cocido marchenero, que lleva garbanzos, habichuelas blancas, calabaza, acelgas, col, berenjena al que se añade carne de cerdo, chorizo, morcilla y tocina. Una bomba calórica exquisita que hay que probar al menos una vez en la vida. Tampoco pierdas la ocasión de probar el ajo molinero, una especie de gazpacho con naranja y pimiento choricero. Y por supuesto, y no por ello menos importante, su genuino mollete marchenero.
Osuna
Además de visitar algunos de los escenarios de Juego de Tronos, tendrás que probar sí o sí las repapalillas, una especie de tortillitas de bacalao, y la ardoria, un salmorejo con ajo y pimiento rojo. En cuanto al lado más dulce del municipio, hay que probar las aldeanas de la Confitería Santo Domingo y la gachas de San Arcadio.
Castilleja de la Cuesta
Su producto, conocido en todo el mundo, son las tortas de aceite. De hecho, es tal la fama que están inmortalizadas con un monumento a la entrada del pueblo.
Écija
No puedes hacer una parada aquí sin probar la sopa de gato, derivada de la sopa de ajo, pero añadiendo pimientos verdes, tomates y refrito de ajo. Se sirve con espárragos y almejas, y está para rebañar el plato con pan. Otros manjares autóctonos son las espinacas labradas, la cazuela de espárragos trigueros y la manteca colorá, el plato más temido por los dietistas. En cuanto al postre, las yemas «El Ecijano» y los bizcochos marroquíes son un clásico.
Estepa
Destaca por la repostería, especialmente por sus mantecados y polvorones. Hay más de 30 fábricas que realizan estos dulces, pero la más importante es la Estepeña. Incluso hay un Museo del Mantecado y otro dedicado al chocolate. Otros dulces típicos son las cocochas, las asopaipas, las flores de miel o los rosquitos de almendra trenzados. En este artículo repasamos los mejores dulces navideños que encontrarás en Sevilla.
Carmona
Destacan las alboronías, un plato de origen árabe del que podría derivar el pisto, y el producto más emblemático: la torta inglesa. También conocida como exquisitez de los dioses compuesta de hojaldre y relleno de cabello de ángel, espolvoreada con azúcar glas y canela. Aunque también se elaboran con diversos rellenos como nata o trufa.
Lebrija
Depende de la época del año. En Semana Santa se suelen comer rosquetes y torrijas; en las cruces de mayo caracoles con habas cochas y tortas con aceite; en Navidad dulces como los borreguitos (se compran en el Monasterio de la Purísima Concepción), las tortas y las coronillas.
Lora del Rio
En términos reposteros, la confitería González se lleva la palma en este municipio sevillano. Los petiños y gañotes son imprescindibles en Navidad, así como los jeringos loreños son perfectos para empezar el día. Pero si hay un dulce que destaca en Lora del Río son las carmelas de esta popular confitería. Un delicioso bollo relleno de crema y cubierto con azúcar glass. Sus barquillos y cortadillos con cabello de ángel son también una exquisitez.
Utrera
El mostachón de Utrera bien podría ser Patrimonio de la Humanidad. Azúcar, canela, huevo, miel y harina son los ingredientes que lo convierten en un postre estrella. Esférico y aplastado, es perfecto para mojar en el colacao o el café.
Fuente de la portada: Wikipedia