Si acudiéramos a la Oficina de Información al Turista y preguntáramos por el horario para visitar el Corral del Coliseo, no sabrían qué respondernos. Este antiguo corral de comedias del siglo XVII se convirtió en un corral de vecinos y actualmente es un edificio de viviendas particulares.
Se encuentra en el número 9 de la calle Alcázares y tenemos constancia de su existencia desde el año 1612 cuando Andrés de Claramonte, actor y dramaturgo español, lo dirigía. En 1620 se representó su obra El gran rey de los desiertos y el corral sufrió un gran incendio.
Uno de los teatros más importantes del Siglo de Oro
Se alzó sobre los restos del Corral de los Alcaldes para levantar un teatro en el que representar comedias, un «colosseo», tal y como se conoce en Italia. El primer texto que remite a este espacio es un contrato en el que se obligaba a la compañía de Bárbara Coronel, actriz de renombre de la época, a representar 30 funciones en esta localización.
Hasta en seis ocasiones tuvo que reconstruirse este escenario al aire libre, pues siempre terminaba por arder. Hasta 1675, fecha en la que doña Laura de Herrera, propietaria del corral de la Montería, compra el solar con el propósito de reedificar el inmueble. Esta empresaria sevillana se encontró, no en vano, con un nuevo imprevisto: un grupo de intelectuales sevillanos, entre los que se encontraba Miguel de Mañara, paralizó las funciones porque consideraban que no eran del gusto de Dios.
Sin embargo, una vez que Mañara falleció, las representaciones siguieron su curso, aunque no por mucho tiempo. La desgracia volvió a azotar este templo de la comedia cuando una falsa alarma de incendio provoca una gran estampida. El incidente ocasionó múltiples heridos y varios muertos.
A partir del siglo XVIII se transformó en un corral de vecinos y así ha sobrevivido hasta nuestros días. Desgraciadamente, ni siquiera se puede ver el corral de comedias desde el exterior. Para acceder hay que atravesar una galería que conduce hasta el interior del patio.
El Corral del Coliseo es un apasionante viaje al pasado y es que, junto al de Doña Elvira y el de la Montería, constituyen los teatros más importantes del Siglo de Oro. Pese a sus posibilidades, este emblemático lugar consagrado al teatro no se ha conservado como el Corral de Comedias de Triana. Quienes quieran deleitarse con la magia de este patrio, tendrán que pasar la noche en uno de los apartamentos.