Coria del Río recupera el próximo lunes, 15 de agosto, la popular ceremonia del Toro Nagashi, una tradición japonesa para velar por las almas y desear la paz en el mundo. Una cita que sigue aproximando la localidad sevillana al país nipón, que llegó a la misma en 1614 en el marco de la expedición de la embajada Keicho.
En 2017 Coria celebró por primera vez esta tradición y desde entonces ha sumado visitantes y curiosos de todas partes de la provincia, ávidos de sumergirse en esta experiencia. Tal fue el éxito de las últimas ediciones que en 2019 el paseo marítimo recibió a más de 3.000 personas.
¿En qué consiste el Toro Nagashi?
Toro Nagashi significa, literalmente, «linternas que fluyen», y es un rito que se celebra la última noche del festival O-bon. Un homenaje a los antepasados, a quienes ya no están, que consiste en arrojar linternas de papel al agua. Estas simbolizan las almas de los fallecidos el último año y el agua, por su parte, se vincula en Japón al origen del ser humano. Por tanto, conectar espíritu y raíces significa reencontrarse con la vida y ofrecer paz a sus almas.
Los orígenes de este rito se remontan al agosto de 1949 en conmemoración a quienes perecieron en la guerra, entre otras razones, por el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki.
Horario y detalles del evento
El evento recupera este año todo su esplendor y tendrá lugar en el Paseo Carlos de Mesa a las 20:30 horas, frente al Yashiro en Orilla, conocido como «templo de las almas», a orillas del Guadalquivir. El entorno se engalanará para la ocasión y lucirá detalles orientales y se dispondrán distintos stands y puestos de comida japonesa. La entrega de los farolillos a quienes quieran participar se producirá allí.
Las aguas próximas a Coria se llenarán de estos farolillos biodegradables para ofrecer descanso a las almas y para mantener la estrecha y singular relación que une Japón con el municipio sevillano. El alcalde de Coria del Río, Modesto González hace referencia a esta cita con estos términos:
“Toro Nagashi es una emotiva ceremonia llena de espiritualidad, esteticismo y sentimiento que representa el gran interés y expectación que despiertan las tradiciones japonesas entre los corianos y visitantes. Y que sirve para intensificar la relación única y estrecha que une a las dos culturas y que les atrae beneficios mutuos en todos los aspectos» .