El litoral andaluz, pese a las joyas naturales que bañan sus costas, suma 10 playas con bandera negra este 2024. Ecologistas en Acción ha otorgado esta penalización a sendas playas, a la luz del informe de este año.
En total, 48 playas españolas se ven afectadas por esta sanción a causa de la contaminación química, por vertidos, basuras marinas o afecciones a la biodiversidad. Por otro lado, desde la ONG hacen hincapié en la urbanización masiva y la mala gestión turística que están impactando en la costa andaluza.
En suma, problemas ambientales de diversa índole que afectan al entorno de estas playas con bandera negra en 2024 de las cuales diez son andaluzas.
1. El Portil y Ría de Huelva
La ocupación ilegal en el entorno de La Antilla impiden los flujos de arena y la formación natural de frentes dunares, dejándola sin protección ante temporales».
Asimismo, la Ría de Huelva atraviesa un momento complicado a causa de los vertidos industriales y la acumulación de residuos peligrosos que están afectando a espacios naturales protegidos como el Paraje Natural Marismas del Odiel y el Estuario del Río Tinto.
La construcción de espigones en El Portil a fin redireccionar el impacto de las mareas y los temporales hace que se pierdan sus características naturales.
2. Tarifa y Costa de Trafalgar en Cádiz
El Plan Especial de Protección del Litoral de Andalucía señala los efectos de la transformación urbanística que está sufriendo Tarifa. ¿La mayor consecuencia? La destrucción de sus importantes sistemas dunares y que son «de gran importancia para la conservación de la playa».
Por otro lado, la Costa de Trafalgar ondeará también este distintivo. Y es que son numerosas las agresiones que sufre esta franja: desde los desmedidos proyectos hosteleros y urbanísticos o la carencia de depuración de aguas.
3. Bandera negra en Málaga
La contaminación lumínica es uno de los principales asuntos que acusan la Senda Litoral de Málaga. En concreto, el proyecto Gran Senda recorre 180 kilómetros de la provincia, desde Manilva hasta Nerja, con la incorporación de puentes y pasarelas y un exceso de iluminación «que provoca la desnaturalización del litoral y su posible impacto ambiental», visual y para la fauna nocturna. A todo ello hay que añadir las negligencias en concesión de establecimientos hosteleros a lo largo del litoral malagueño.
4. Castell de Ferro, playa de Granada y Poniente
En la provincia de Granada, las playas Castell de Ferro, Playa de Granada y Poniente son los principales espacios de preocupación.
En concreto, repite el asunto de los vertidos de aguas residuales en la playa de Poniente así como los vertidos recurrentes procedentes de las urbanizaciones de Playa Granada.
La autorización para la construcción de un chiringuito de hormigón de 300 metros cuadrados en el parque biosaludable de Castell de Ferro es otra de las grandes problemáticas del 2024.
5. Almería: El Lancón (Carboneras) y la playa de Quitapellujos-Palomares
Diversas playas almerienses han adquirido esta seña a causa de grandes cantidades de partículas radioactivas de plutonio y americio en Palomares la autorización de un chiringuito en Carboneras sin cumplir los criterios de evaluación ambiental.