Hay rincones de Sevilla que, después de perdernos por sus calles cientos de veces, todavía no conocemos y las Casas de la Judería es uno de esos. Lo que nadie se espera es que dentro del barrio de Sevilla con más historia haya una ciudad. Sí, como lo oyes. En el corazón del barrio judío hay una especie de ciudad conformada por varias casas palacio.
Te preguntarás cómo es que nunca has visto estas casas y la razón es que es un hotel de acceso restringido para sus clientes. Está construido en torno a distintas casas palacio y algunas de ellas tienen más de cinco siglos de historia. Una vez que nos adentramos en la ciudad, nos perdemos por las callejuelas de esta suerte de hotel y ciudad a partes iguales y descubrimos sus encantadores patios, en los que parece detenerse el tiempo.
Uno de los hoteles más impresionantes de Sevilla
El hotel dispone de unas 134 habitaciones y todas ellas cuentan con lujos como muebles de la época, duchas de hidromasaje y spa. Por no hablar de objetos históricos que puedes ver por el laberinto de casas como ánforas, antiguas murallas, estatuas y fuentes de estilo árabe.
A modo de curiosidad, existe una habitación considerada la joya de la corona: La Cuba. Fue estrenada por el escritor Stephen King y tiene la particularidad de que sus paredes son de cordobán (un cuero decorado con pan de oro).
Las Casas de la Judería abrió sus puertas en 1989 y desde entonces ha sido un gran reclamo turístico en la ciudad, y no es para menos. Suma 32 patios, 1.800 macetas y detalles que confieren autenticidad al lugar, como los pañitos de croché sobre los sofás. Además, cada una de las habitaciones luce una decoración única.
Por si fuera poco, casi sorprende más el hecho de que estas casas estén interconectadas a través de un túnel subterráneo en el que se encuentran vestigios romanos e incluso se conserva una muralla de la época a la entrada de los pasadizos. Las Termas de Híspalis, decorados con teselas de mármol de la época romana, conservan la misma función que en tiempos pretéritos.
Pese a la curiosidad que despierta este espacio, Las Casas de la Judería no pueden visitarse como turistas, salvo que quieras darte un capricho y hospedarte en una de sus emblemáticas habitaciones.