Hoy no he podido desayunar, ni comer y probablemente a la hora de cenar me tomaré una sopa y poco más. ¿La razón? Ayer estuve con mi pareja en Banzai (C/ José Gestoso, 3), un nuevo restaurante japonés de Sevilla que ha abierto hace poco en el centro, y casi tenemos que llamar a la grúa para que nos sacaran del local.
Hace un par de años si decías que te gustaba el sushi podían pasar varias cosas: que te calificasen de sibarita o pijo asqueroso, que te mirasen con cara de asco por comerte el pescado crudo o que te dijesen el clásico de “donde se ponga un buen jamón que se quiten las tonterías”. Sin embargo, últimamente cada vez nos encontramos más restaurantes japoneses en Sevilla que han conseguido cambiar la mentalidad de la gente.
Banzai puede presumir de haber transformado a alguien que lleva años de su vida declarándole la guerra al sushi: mi novio. Y lo mejor es que además de tragarse sus palabras, engulló con alevosía cada pieza de sushi bañada en soja con wasabi, que por cierto, a una chica que estaba al lado de nuestra mesa le ocurrió lo típico de confundir el wasabi con guacamole y poco le faltó para echar el Gualdalquivir por las cuencas de los ojos.
Desde que pusimos un pie en el restaurante, nos quedamos prendados del local: sencillo, elegante, minimalista y más que apropiado para pasar una noche romántica. Los camareros tienen un trato muy cercano y estuvieron atentos toda la cena. Nos explicaron que Banzai empezó en Madrid y debido al éxito que tuvo el local de allí, decidieron abrir en Sevilla.
No os preocupéis si vais con la típica persona delicada que solo sabe decir “eso no me gusta”, ya que tiene una extensa carta con platos para todos los gustos. Nosotros probamos una tempura de langostino con leche de tigre que estaba buenísima.
En mi caso soy un fan declarado del tartar, pero el tartar de atún con aguacate aderezado con salsa de soja y wasabi que nos pusieron, superó nuestras expectativas. Además el wasabi estaba en su justa medida, por lo que el picante se toleraba muy bien.
Lo mejor de la cena fue cuando llegó lo más esperado: el sushi. No os exagero si os digo que es el mejor sushi que he probado en Sevilla. El temaki de toro picante (ventresca de atún con crujiente y salsa picante) estaba espectacular. Aunque reconozco que la joya de la corona fue un niguiri de pez limón con vieira flambeada y tomate picante. Mi novio no reconoció que le gustaba, pero por sus ojos como platos cada vez que nos traían un plato intuyo que no le desagradó en absoluto.
Si tenéis que organizar alguna cena especial con amigos o llevar a tu pareja a cenar, Banzai es la mejor opción, no solo por el servicio y la calidad de la comida, sino por el más que razonable precio. Para el elevado coste que suele tener el sushi, aquí las raciones rondan unos precios asequibles para todos los bolsillos.
Por cierto, en el mismo edificio del restaurante hay un pequeño espacio teatral y Banzai tuvo el detalle de ofrecernos entradas para ir a una obra de microteatro. Por estos detalles y por la gran experiencia que tuvimos no dudaremos en volver a venir para probar más delicias japonesas. Aunque la próxima vez intentaré llevarme ropa más holgada para prevenir los ensanches.