Pensar en el invierno, más allá de caer en todo el imaginario de la Navidad, implica soñar con los dulces de temporada. Mantecados, polvorones, roscones y otras delicias se dan cita en los meses venideros y eso en Estepa lo saben bien. Cuna de todas las elaboraciones navideñas que uno pueda imaginar, sus fabricantes inician ya todos los preparativos para la temporada. Así es, «Mantecados de Estepa» y «Polvorones de Estepa» se aprovisionan de materias primas con la mirada puesta en las próximas semanas.
Se espera que se alcance el pleno empleo a lo largo de los meses de otoño, teniendo en cuenta que en 2021 se consiguieron los datos previos a la pandemia. Un trabajo que, por otra parte, desempeñan mujeres en su mayoría. A principios de agosto, el presidente del Consejo Regulador de la Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) Mantecados y Polvorones de Estepa, José María Fernández, ya señaló que por entonces se estaba poniendo a punto toda la maquinaria de las 18 fábricas aparadas en el Consejo.
Estepa, destino otoñal y navideño
La campaña de 2021 arrancó en torno al 15 de septiembre y sus mantecados y polvorones fueron por entonces exportados a distintos países de Iberoamérica. Si bien la mayor parte de la producción pretende surtir el mercado nacional y europeo, pues Estepa lidera la producción nacional con el 90% de la demanda del país, según señala Fernández. Estos tradicionales dulces de Navidad, preparados con esmero en la localidad sevillana, cuentan con la doble certificación de calidad IGP (Indicaciones Geográficas Protegidas), avalando productos con garantía de origen, prestigio y tradición. Con todo, persiguen desde el Ayuntamiento que el aroma que impregna el municipio durante la campaña de producción se reconozca como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
¿Desplazarse hasta Estepa para agenciarse un puñado de cajas de mantecados u otras viandas? Definitivamente la respuesta es sí. Este enclave dulce se ha convertido en un referente en los últimos años, no necesariamente llegadas las fechas navideñas. Probar delicias artesanales en cualquiera de sus tiendas y fábricas, visitar la Ciudad del Chocolate o el Museo del Mantecado, o realizar un recorrido patrimonial. A Estepa no le faltan encantos ni actividades para promocionar su turismo en ciernes.