Lobo López es un establecimiento que a la fuerza se ha ganado un puesto en muchos de nuestros rankings, y no es para menos.
Desde que abrieran en 2017, este bastión del Grupo La Vida no ha dejado de crecer. Es uno de los restaurantes imprescindibles de Sevilla. Y es que impresiona desde el primer momento que cruzas sus puertas.
Tradición y exotismo
Nos encontramos con una primera estancia protagonizada por un jardín vertical. A su lado, una imponente barra de cocktelería, cubierta por azulejos verde esmeralda. Porque desde luego lo que más predomina en Lobo López es el verde. La vegetación conquista todo el espacio a través de plantas, azulejos, el cuidado suelo del salón, o el techo (En algunos de sus tramos, cubierto por también por plantas).
El salón es una joya de la decoración. Convertido en una especie de patio andaluz, conserva las reminiscencias de lo que pudiera haber sido un patio de vecinos. Con este espíritu del sur, combina la tradición sevillana con elementos más tropicales y exóticos.
Las mesas y sillas son de madera clara, en perfecta sintonía con la escala de verde imperante.
A esta exhibición de belleza no podía faltar la participación del arte en primera mano. Todo el restaurante está coronado por un icono único: el increíble mural del artista portugués Vhils. Se trata de un bajorelieve impresionante donde se adivina un rostro femenino.
En la boca del lobo
La carta es breve, concisa y muy variada. Consta de distintos apartados, entrantes de toda la vida, platos para comer con las manos, una categoría de platos internacionales y una breve selección de carnes y pescados.
Nos decantamos en primer lugar por el kimuchy de pez mantequilla. Un chupito que se mastica, de sabores intensos y un poquito picante. Bueno, como son los chupitos: explosivos. Nos pareció, sin duda, uno de los mejores platos.
Para continuar abriendo boca, añadimos a nuestra degustación unas bravas, un clásico que nunca falla. En Lobo López ofrecen esta clásica tapa con un punto diferencial, crujientes y muy sabrosas.
Seguimos con unos buñuelos de bacalao con ali oli de albahaca Thai, perfectos para compartir y probar sabores de siempre de forma distinta. La textura oscila entre el buñuelo y el bao, y el sabor del bacalao combina perfectamente con el alioli.
Nuestro primer batacazo vino de la mano de la pluma ibérica. Rica, si. Pero sin nada más que aportar, especialmente si lo comparamos con los platos anteriores.
La joya de la corona, al menos en formato, es el Hot Lobster. Se trata de un perrito caliente, sustituyendo la salchicha por langosta, nada menos. Es como tomar un plato de fast food convertido en algo sibarita, innovador y riquísimo. Imagina el pan recién horneado, caliente. Imagina el crustáceo fresquito haciéndose hueco y una capa de salsa y patatas.
Efectivamente, nada podía salir mal.
No pudimos coronar la noche con un postre, aunque aquí puedes descubrir el ranking de postres en Sevilla, donde por supuesto figura Lobo López.
Si te ocurre como al equipo de Sevilla Secreta y no puedes con el postre, no te escapes del paraíso sin un buen limoncello.
La fama le precede aunque este grupo vuelve a cumplir con las expectativas. La calidad es fantástica, los precios también lo son y el espacio es inmejorable. Es todo cuanto podríamos pedir para celebrar una cena de lujo en la mejor compañía.
¿Te apuntas?
Información
Localización: c/ Rosario, 15.
Horario: Todos los días, de 8:00 h a 23:30 h.
Precio: 15€ por persona, aproximadamente.
Más info: Facebook.