Una de las esculturas más imponentes de Sevilla la tenemos en la avenida de El Cid y representa precisamente a este personaje, a Rodrigo Díaz de Vivar, en actitud triunfante montado en su caballo Bavieca. Aunque parezca un simple homenaje a una figura histórica, hay algunas curiosidades en torno a este monumento.
Esta obra fue una donación de la escultora Anna Huntington, esposa del hispanista y multimillonario Archer Milton Huntington, el fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York, que tuvo una fuerte vinculación con la ciudad a través de excavaciones en Itálica. Esta obra de Anna es la primera de las siete esculturas ecuestres que realizaría y una pequeña muestra de su pasión por toda la cultura e historia de España. La donación de la Hispanic Society se llevó a cabo por la buena relación del matrimonio Huntington con Vicente Traver o el escultor Mariano Benlliure.
Anne esculpió copias de esta obra para la sede de la Hispanic Society; el parque Balboa de San Diego; otras de menor tamaño para una avenida de Buenos Aires y San Francisco; y otra con el mismo diseño para Valencia.
El motivo por el que el Ayuntamiento decidió colocarlo en su actual emplazamiento era porque querían que estuviera custodiando la entrada principal de la Exposición Iberoamericana.
Cuenta la autora de la obra que cuando Alfonso XIII vio el monumento le dijo: «Yo siempre quise saber qué clase de caballo cabalgaba el Cid. Ahora, al ver el que usted modeló, coincido con usted en que éste es el único caballo digno de haber sido montado por el héroe castellano».
El monumento se inauguró el 22 de septiembre de 1927 y se situó sobre un pedestal realizado por el arquitecto Vicente Traver y Tomás. Este pedestal tiene en sus dos frentes mayores una leyenda grabada.
Una de ellas reza lo siguiente:
«SEVILLA / DORADA CORTE DEL REY POETA MOTAMID / HOSPEDO A MIO CID EMBAJADOR / DE ALFONSO VI Y LE VIO VOLVER / VICTORIOSO DEL REY DE GRANADA.»
Y la otra:
«EL CAMPEADOR / TERRIBLE CALAMIDAD PARA EL ISLAM / FUE POR LA VIRIL FIRMEZA DE SU CARÁCTER / Y POR SU HERÓICA ENERGÍA UNO DE LOS / GRANDES MILAGROS DEL CREADOR / BEN BASSAM.»
En 2013, la artista Agatha Oleksiak aportó un ligero cambio al monumento, añadiéndolo una malla de ganchillo multicolor. En un principio la artista quería revestir la estatua de Fernando III el Santo, pero el Ayuntamiento le denegó este permiso. Agatha es conocida por otras intervenciones similares como el toro de Wall Street.
A modo anecdótico, esta escultura en el clásico del séptimo arte Ciudadano Kane debido a que Orson Welles pasó varias temporadas en Sevilla.