Sevilla carga incongruencias, singularidades y una peculiar forma de ver el mundo y vivir su ciudad que ya nadie pone en entredicho, el forastero debe sumarse a la fiesta o limitarse a observarla. Definir la sevillanía en unas pocas palabras limitaría su complejidad. Un buen punto de partida, no obstante, sería confirmar que esta Sevilla supera a la ficción, la devoción y las expectativas, amén de historias como esta: la de elevar al éxito rotundo las Holy Cards, los primeros cromos de la Semana Santa.
La ciudad hispalense vuelve a acoger una de esas ideas revolucionarias tan sencillas que parecería absurdo que uno no las hubiese llevado a cabo antes. Porque, en el fondo, tiene todas las claves para triunfar. Juan Carlos Ramos Picchi es el cerebro detrás de esta genialidad, el álbum de cromos de la Semana Santa que ha causado sensación en la ciudad.
Holy Cards, dónde conseguir los cromos de la Semana Santa
Cada hermandad cuenta con su propia página, un puñado de huecos que deberán ocupar las imágenes (nunca mejor dicho) que componen sus pasos. A todas ellas se suman 18 páginas más dedicadas a los pasos del Santo Entierro Grande. Un total de 558 cromos que pueden conseguirse en formato sobre en distintos puntos de venta.
Intercambiar algo más que estampitas es una realidad transversal a todas las edades y que no se circunscribe únicamente a Sevilla. Cada fin de semana se organizan quedadas a fin de intercambiar cromos repetidos por nuevas adquisiciones y completar así el agotadísimo álbum cofrade.
Una suerte de me falta el Sentencia pero tengo repetida a Nuestra Señora del Rosario Doloroso que no sabíamos que necesitábamos.
Holyqueadas para intercambiar coleccionables
Una innovadora fórmula para poner en valor la Semana Santa de Sevilla a cargo de Juan Carlos Ramos Picchi y Javier Ayala Diosdado, también creadores de Pepe Pinreles.
Estas Holy Cards cuentan con un código QR que se puede escanear para conocer los detalles de cada estampa. Estrategia de marketing al tiempo que invita a los nuevos coleccionistas a interesarse por las imágenes y las distintas cofradías.
A todo ello se suman las holyquedadas, encuentros que tienen lugar los fines de semana en las distintas casas hermandades de la ciudad. Intercambio de estampas, concursos, sorteos e incluso visitas guiadas para crear toda una comunidad en torno a esta popular afición.
En cualquier caso, sendos intercambios no han quedado restringidos al ámbito puramente físico sino que también han conquistado el terreno virtual. Redes sociales y plataformas como Wallapop se llenan de usuarios informando de sus cromos repetidos para de completar la colección presumiblemente antes de la Cuaresma.