Las calles de Sevilla, así como la simbología que configura la ciudad, están marcadas las distintas guerras, revoluciones y transiciones que ha atravesado. Vestigios de la historia que podemos ver en el emblema del Nodo, los leones de Capitanía o el ejemplo que a continuación venimos a ilustrar.
Hay un detalle impreso en una transitada calle sevillana que puede pasar desapercibido a los ojos del ciudadano. En la calle Mosqueta, junto a San Esteban y Puerta Carmona, hay un cañón incrustado en la pared desde hace casi dos siglos.
El sitio de la Puerta de la Carne
El general Van Halen, partidario de la regencia de Espartero, bombardeó en julio de 1843 la ciudad de Sevilla, que se había sublevado a favor de Isabel II. Finalmente, Espartero tuvo que abandonar España e Isabel II concedió a Sevilla el título de «invicta» por su resistencia durante el conflicto. La granada es testigo de este acontecimiento.
Tras la contienda, se dio nombre a una de las plaza más conocidas de Sevilla, la «Plaza del Duque de la Victoria», que en su día estaba rodeada de palacios y edificios señoriales. Hoy ensalza en el centro una escultura de Velázquez. Y más allá de las condecoraciones y nombramientos, el recuerdo de Isabel II permanece en el puente más famoso de Sevilla, que recibe su nombre: el puente de Isabel II o de Triana.
Asimismo, la calle San Eloy, Orfila, el Barrio de Santa Justa o de San Roque, y otras muchas zonas de la ciudad recibieron el impacto de las bombas. De hecho, la Universidad de Sevilla también conserva algunas heridas del enfrentamiento.
Testigos de la historia: el bombardeo de Sevilla de 1843 sigue presente en la US https://t.co/H36CsZD00j #TalDíaComoHoy de hace 176 años una bomba cayó en la la Fábrica de Tabacos. Lo recuerda una placa y los elementos afectados el día del impacto 😮😮😮 pic.twitter.com/yvEigsMuAH
— Universidad Sevilla (@unisevilla) 22 de juliol de 2019