Sevilla está repleta de joyas arquitectónicas, arqueológicas, artísticas y otras de índole histórico que merecen ser protegidas. La ciudad hispalense incorpora los edificios que componen la Plaza de España entre su nómina de espacios declarados Bien de Interés Cultural. El Consejo de Ministros ha otorgado esta distinción a los inmuebles que forman parte del abrazo de Aníbal González en la categoría de monumento.
Así, esta emblemática construcción consigue el grado máximo de protección que establece la Ley de Patrimonio Histórico Español. En lo que respecta a la iniciación y tramitación del expediente, corresponde al Ministerio de Cultura y Deporte, pues los edificios de la Plaza de España de Sevilla están adscritos a varios servicios públicos de titularidad y gestión estatal.
La Plaza de España de Sevilla es la edificación de «mayor envergadura de cuantas fueron creadas con ocasión de la Exposición Iberoamericana de 1929, celebrada en la ciudad», en palabras de Cultura. Su trazado original se generó como consecuencia del concurso de anteproyectos celebrado en 1911. La propuesta ganadora fue la del arquitecto Aníbal González.
Un gran espacio abierto, con la presencia de un estanque y orientada hacia el Parque de María Luisa. Así era el proyecto inicial de 1914 que devino finalmente en una composición semicircular de edificios que abraza una enorme plaza de titularidad municipal. 230 metros de diámetro entre ambas torres cuya forma «simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos, mirando hacia el río Guadalquivir, como camino a seguir hacia América», ha concluido Cultura.