Uno de los mayores tedios a los que se enfrenta una ciudad como Sevilla es a la continua exposición de obras públicas, que levantan calles tan transitadas como lo hiciera en Mateos Gago, afectando a múltiples niveles a vecinos y negocios de sendas vías. En un principio se estimó que la de calle Zaragoza, una obra que arrancó en los prolegómenos del mes de abril, se prolongase hasta el 31 de agosto.
Con la llegada del mes de septiembre, la que conecta Reyes Católicos con Jimios sigue levantada, impidiendo que populares establecimientos como Amara, Bar Moraleja, Nostromo o Taberna de Alabardero ejecuten su día a día con normalidad.
Y es que, según la información detallada en el Diario de Sevilla, la obra de calle Zaragoza se prolongará hasta las postrimerías de noviembre. Al menos, dicen, el tramo que comprende desde Puerta Triana hasta calle Badajoz. Para que culminen los trabajos en Jimios y la calle Madrid habrá que esperar hasta la Semana Santa 2025, según fuentes municipales.
La obra en cuestión incluye la renovación de las redes de abastecimiento de agua y saneamiento, la instalación de una nueva red de baldeo y la mejorar la pavimentación y accesibilidad así como la incorporación de árboles de sombra.
Sendos trabajos, llevados a cabo por el Ayuntamiento de Sevilla a través de Emasesa, cuentan con un presupuesto de 2.105.763 €.