El ritmo frenético del centro de la ciudad es tan insondable como la escrupulosa métrica en cocinas de alto nivel. Pocas veces ceden en favor del recreo que garantiza la pausa. No ocurre así en espacios distendidos como Ananás Coffe & Brunch donde, lejos de la bulla, se toman muy en serio el noble arte de entregarse al desayuno, el brunch o las meriendas.
A pocos metros del punto en que convergen la Avenida de la Buhaira y Luis Montoto arraiga sus raíces Ananás, este recogido local con más de un valor añadido. En primer lugar por su firme apuesta por los productos frescos, artesanales. Por otro lado, por el mimo y la calidad con la que preparan sendas elaboraciones.
Su carta concisa bebe precisamente de lo anterior. No sacrificar el producto para ofrecer garantías de calidad y una experiencia gastronómica redonda. Y es que, a estas alturas, no debe tomarse con modestia la labor de quienes se entregan a los primeros bocados de la jornada.
La oferta gastronómica de Ananás
A propósito de su oferta, en Ananás se diferencian tres capítulos: un surtido de bebidas que comprenden desde las aguas infusionadas, los smoothies y el café; las tostadas y bagels; y los bowls y la pastelería. Nuestra experiencia lo confirma: acudir a Ananás es un acierto asegurado.
Entre las suculentas opciones que el comensal encontrará destacamos su acertadísimo donut benedict. Un adictivo equilibrio de sabores coronado por dos huevos escalfados que elevan a la excelencia esta no tan sencilla receta. Mención especial merece su açaí bowl, novedoso aporte en una ciudad como Sevilla que rescatan y adaptan con garbo.
Además de la carta propiamente dicha, Ananás cuenta con tres brunches completos, que oscilan entre los 12,95 y los 17,95 euros.
Con una dilatada experiencia en cocinas de altura como Robles, Abantal o Estimar, José encabeza este proyecto que promete tantas bondades como elaboraciones, que el sevillano y sevillana no deben dejar de probar. Ananás se define por el equilibrio de sabores, un remanso de paz que respira calidad gastronómica y sosiego por los cuatros costados (y por la amplísima terraza que lo rodea).