
Es la sala más antigua de la ciudad y por ella han pasado algunos de los dramaturgos más importantes de la ciudad.
Lo que hoy es el cine con más encanto de Sevilla, anteriormente fue el gran Teatro Cervantes, una obra del arquitecto Juan Talavera de la Vega, que abrió sus puertas el 18 de octubre de 1873. Ese día se representó la comedia de Lope de Vega, La dama boba, la cual consiguió agotar las 2.500 localidades del teatro.
El edificio es un teatro del estilo del clasicismo francés del Segundo Imperio con una planta de forma de herradura sobre la que se alzan tres pisos sin soportes, algo muy avanzado para la época de la construcción. De hecho, sigue siendo una de las salas con mayor aforo de espectadores (700) y es la única sala de cine en Sevilla que solo cuenta con una pantalla.
Por aquí han pasado dramaturgos de la talla de los hermanos Álvarez Quintero, quienes estrenaron en 1888 su primera obra, la comedia Esgrima y amor. En su escenario han actuado artistas como Margarita Xirgu, Plácido Domingo, Conchita Piquer y la Niña de los Peines.
A lo largo del siglo XX el teatro pasó por diversas reformas: entre 1896 y 1909 se mejoró el escenario, se redujo el número de palcos y se sustituyó el alumbrado de gas por uno eléctrico. De esta forma, el Cervantes se convirtió en la sala más elegante y cómoda de Sevilla; volvió a reformarse en los años 50 para poder alternar representaciones teatrales y proyecciones de cine; y en el año 2013 se solicitó que fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con el fin de que no sufriera el mismo destino que el Teatro de San Fernando, el cual fue derribado.
Desde el año 1964 se dedica exclusivamente a la proyección de cine y en 2006 se designó como Servicio de Interés Público y Social (SIPS), lo cual obligó al espacio a tener un uso con fin cultural. Sin embargo, sus propietarios consiguieron que en 2011 el Tribunal Supremo dictara a su favor, devolviéndole la calificación de Centro Histórico que tenía en 1987.
El cine Cervantes ya se ha convertido en un símbolo de Sevilla y por ello la Junta decidió declararlo Bien de Interés Cultural (BIC) y así incluirlo en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía. De esta forma, el edificio contará con una mayor protección.
Nosotros lo tenemos claro: por muchos años que pasen y por más multicines que existan, seguiremos yendo al Cine Cervantes y emocionándonos cada vez que escuchemos el crujir de sus suelos, nos sentemos en esas butacas que llevan ocupadas durante siglos y sintiéndonos parte de la historia de Sevilla.
Fuente de la información: ABC de Sevilla / Sevillapedia / Diario de Sevilla
Fuente de la imagen de portada: Cultura de Sevilla