¿Eres de los que teme la factura del aire condicionado de los meses de verano? ¿O eres de lo que te apañas con un ventiladorcito que haga el apaño? Nosotros no queremos que te fundas como el queso. Nos preocupamos por tu bienestar y queremos proponerte cinco planes antes de llamar al 112 por un ataque de deshidratación.
1. Agua mágica: también conocido como la nueva playa de Sevilla. Está dentro de Isla Mágica, así que podéis hacer un dos por uno y probar el Jaguar, que tampoco es el Dragón Khan de Port Aventura pero hace el apaño, o daros un chapuzón en Río lento, una isla de toboganes. que tranquilos, aunque el nombre no incite a la aventura está chula.
2. Aquopolis: un parque acuático de los de toda la vida. No es de los mejores de España, pero hay atracciones para todos los gustos. Si no tenéis vértigo y os sube la adrenalina viendo “A todo gas” tenéis una piscina de olas, o Speed Race, donde podréis hacer carreras en los toboganes y demostrar lo maduros que sois. También podéis relajaros porque el parque tiene su zona de spa y cuenta con jacuzzi (perfecto si has comido habichuelas de tu madre ese día). Los valientes tienen el Kamikaze (sí, el nombre echa para atrás), un tobogán en el que vas tan rápido que ves tu vida pasar a 24 fotogramas por segundo. Si sois de los que nunca se aclara y su contestación es siempre “a mí me da iguá”, está el turbolance, un popurrí de atracciones.
3. El Guadalquiví: barato, agradable y fresquito. Es un plan tan barato que hasta el más pobre se lo puede permitir. Da igual la hora, siempre hay gente bebiendo cerveza, jugando a las cartas, fumando cachimba o corriendo, la opción de los más infelices. Darse un chapuzón aquí no es del todo recomendable si no quieres tener tres ojos o cuatro piernas para el resto de tu vida. Eso sí, en la serie Allí abajo, no hay capítulo en el que alguien no acabe zambullido.
4. Terracita: Si hay algo que nos encanta a los sevillanos es el concepto de terracita a la fresquita. Bueno, a nosotros y a todos los que vienen de fuera que se quedan flipando cuando vienen a la Alameda y descubren lo muertos que están sus países. Por cierto, os recomendamos que probéis la ginebra Puerto de Indias, que además de ser autóctona, lo está petando en todo el país. Con deciros que a mí me dan ganas de vomitar cuando pruebo el gin-tonic y esta ginebra me encantó…
5. Piscinas: El clásico familiar del verano para los que somos pobres, que sólo vemos el mar en una pantalla. La gente tiquismiquis no suele dejarse ver por estos sitios, pero si no eres remilgado puedes montártelo muy bien a lo low cost. Eso sí, nunca, y repito, nunca, os toméis nada en los bares que hay dentro. Eso y los papeles de Bárcenas son algunas de las mayores estafas que se han dado en nuestro país. Además unos tuppers con filetes empanados, tortilla de patatas y croquetas de la abuela son la receta perfecta para un día 10.
¡Ahora ya podéis salir de la comarca y echarle valor saliendo al horno callejero! O si no, siempre podemos coger el coche e ir a Matalascañas, nuestra playa adoptiva.