Hace unos meses, la polémica vino servida de la mano de un chalé regionalista de Nervión, obra de Aníbal González, el cual iba a ser demolido por una constructora para levantar una nueva vivienda.
Ahora este debate se reabre con la paralización de las obras de dos fincas por parte de la Gerencia de Urbanismo, que ha llevado a cabo esta medida con el fin de proteger el regionalismo.
Una de las viviendas es el número 18 de la calle Santa Elena, cuya demolición ha sido suspendida. En el otro edificio se han detenido las obras para la construcción de un edificio de tres plantas.
La Gerencia aprobó tres medidas en el pasado para proteger los edificios regionalistas, ya que el barrio es desde hace más de diez años, una de las principales víctimas de estas demoliciones. Por ello, Urbanismo ha suspendido las licencias de obras en dos zonas acotadas, ha realizado un estudio para determinar qué edificios hay que proteger y ha incluido cinco inmuebles municipales en el catálogo periférico.
Esta suspensión temporal de licencias, reformas y nuevas edificaciones afecta especialmente a dos zonas: la que queda limitada por Luis Montoto, la avenida de la Cruz del Campo, Cristo de la Sed, Goya y Alejandro Collantes; y las calles San Juan de Dios, Antonio Aparicio Herrero, Juan de Padilla y Marqués de Nervión. De esta forma, la Gerencia de Urbanismo pretende poner una solución a la presión inmobiliaria que ha sufrido el barrio en las últimas décadas.
Fuente: Diario de Sevilla
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