Cualquier época del año invita a acercarse a este paraje aunque, con el verano más que instaurado (y casi llegando a su fin) solo hacen falta un par de excusas para pegarte una escapada a San Nicolás del Puerto. Quienes gustan de reservar sus días de vacaciones para la temporada baja también están de enhorabuena. Este paraíso natural se encuentra a 102 km de la capital hispalense. Una excursión de un día es perfecta para darte un chapuzón, hacer una ruta de senderismo y despedir la estación estival como se merece.
San Nicolás del Puerto: pequeñas cascadas y piscinas naturales
Venir a San Nicolás del Puerto es como aterrizar en la playa, pero en plena Sierra de Sevilla. Alrededor del cauce del río Galindón se forma esta preciosa zona de baño artificial. Varios chiringuitos, un área preparada para jugar al voley playa y sombrillas naturales. No te va a faltar de nada para pasar un día de primera. Eso sí, no esperes pasear por la arena. La temporada de su singular playa suele arrancar en el mes del junio y se prolonga, amén de las temperaturas, hasta septiembre. En cualquier caso, no te quedes solo con su edén acuático, esta localidad serrana tiene mucho más que ofrecer.
Además, el pueblo cuenta con muchas otras maravillas a su alrededor. Las cascadas del río Huéznar están declaradas Monumento Natural por la Junta de Andalucía. Y no es para menos. Estas pequeñas cataratas de belleza singular están rodeadas de senderos de una riqueza incomparable.
Asimismo, y muy cerca también de la localidad sevillana se encuentra el Monumento Natural de Cerro del Hierro, un enclave perfilado por la roca. Las calizas ocultan pozos, simas, cavidades y corredores donde se respira la humedad. Se denomina Cerro del Hierro porque todo el paisaje está salpicado por estas rocas calizas, que erosionadas por la lluvia y la nieve han ido dando lugar a la aparición de minerales (en términos específicos, gracias a los procesos de carbonatación kársticos).
En San Nicolás del Puerto lo tienes todo: sierra escarpada, playas verdes, pequeñas cascadas y un entorno idílico. Un destino que no permite excusas para sacarle partido a una jornada veraniega en las inmediaciones de la provincia.