En 1842 se inaugura el antiguo Mercado de la Encarnación.
El actual fue construido sobre el lugar donde se había ubicado un convento medieval conocido como Convento de la Encarnación. Con más de 400 puestos, era el Mercado Central de Sevilla. De esta manera, era un espacio de encuentro para los sevillanos.
En 1973 fue demolido debido a sus problemas estructurales. Las instalaciones estaban pensadas para un plazo de tres años. El nuevo mercado no se construiría hasta 37 años después.
Los comerciantes delegaron los negocios a sus hijos, y luego estos a los suyos. Así, el Mercado de la Encarnación entraña una larga tradición familiar que se mantiene en el tiempo.
En 2004, el Ayuntamiento de Sevilla decide intervenir activamente en la construcción del nuevo Mercado de la Encarnación. El proyecto ganador fue ‘Metropol Parasol’, de Jürgen Mayer, comunmente conocido como «Las seta de la Encarnación».
No exento de polémicas y retrasos, se inauguró el 19 de diciembre de 2010. Un mercado de larga tradición, moderna construcción y nueva mentalidad.
El espíritu de la plaza de abasto, en el que la calidad del producto y el trato personal, siguen siendo rasgos de identidad de sus comerciantes pero con la mirada puesta mucho más allá.
Enclavado en un complejo arquitectónico singular, no sólo es un lugar de venta de productos frescos y de calidad, sino también un atractivo cultural y turístico dentro de la ciudad.
Foto portada: Wikimedia Commons.