La restauración ha sido un éxito y ha conseguido devolverle su característica sonoridad.
Durante la pasada Nochebuena, mientras que en algunas casas se vivían reencuentros familiares, en otros hogares había otro tipo de reencuentros como el del órgano del Maese Pérez que, tras décadas, volvió a sonar en la misa del gallo de Santa Inés. Este órgano es el inspirador de la leyenda de Bécquer.
El responsable de la restauración musical ha sido Abraham Martínez, quien extrajo de nuevo de sus 600 tubos las notas y reparó muelles, varillas y válvulas, que se encontraban en un avanzado estado de deterioro.
Fue por esta restauración, el motivo por el que la iglesia del monasterio se llenó el pasado domingo de personas que querían contemplar y escuchar el nuevo órgano recuperado por Jorge Anillo, Francisco Javier Abela, Abraham Martínez y Ricardo Franco.
Esta restauración viene cargada de polémica por la multa que sufrieron las monjas clarisas por parte de la Junta de Andalucía, que declaró Bien de Interés Cultural en 1983 el convento y todo su contenido. Finalmente, la multa se quedó en 1710 euros y la afrontaron las hermandades del Martes Santo, tras una petición que realizó Joaquín Moeckel, el abogado de las clarisas.
Este «nuevo» órgano se parece mucho más al instrumento que dio forma Pérez Valladolid en el siglo XVIII y se ha colocado en el centro del coro para que «respire mejor y tenga mejor sonoridad». El taller de Anillo de Alcalá del Río se ha implicado de tal forma con este proyecto que ha trabajado una gran cantidad de horas para que pudiera estar listo para Nochebuena. Además, no le han cobrado nada a las monjas, regalándole así las piezas y la mano de trabajo.
Fuente de la noticia y de la imagen de portada: ABC de Sevilla