En el albor del siglo XX la londinense Agnès Marshall ya coqueteaba en su heladería con el nitrógeno líquido. Una revolución que, un siglo más tarde, sigue elevando los helados, otorgándoles múltiples posibilidades y sabores capaces de conectar con las raíces.
Rocío Cañizares (Heladerías Bolas) abandera esta labor y crea, junto a Domi Vélez, el reputado panadero lebrijano, el helado de Domicao. Una colaboración exclusiva que rinde homenaje a la infancia, la artesanía y el talento local.
La idea nace del respeto mutuo entre dos referentes del producto artesanal sevillano. Por un lado, la excelencia panadera de Domi Vélez, con su bollería inspirada en recetas tradicionales y técnicas contemporáneas.
Por otro, la maestría heladera de Rocío Cañizares, fundadora y heladera de Heladerías Bolas, cuya filosofía gira en torno a la innovación sin perder la esencia del helado natural, sin colorantes, ni conservantes, ni aromas artificiales, y profundamente enraizada en el sabor de Andalucía.
“Cuando probé el Domicao por primera vez, me transportó directamente a mi infancia. Su sabor, su textura, su aroma… Todo en él pedía ser helado. Sabía que podíamos convertirlo en algo increíblemente adictivo”, comenta Rocío.
Edición limitada en Domi Vélez y Heladería Bolas
La receta de este nuevo helado recupera el sabor del Domicao, un bollo tierno y aromático creado por Vélez e inspirado en los dulces clásicos de las meriendas escolares.
El resultado es un helado cremoso, con vetas intensas del bollo original, notas de mantequilla tostada, toques de cacao, y una base láctea suave que lo convierte en una experiencia sensorial única.
El helado de Domicao estará disponible en todos los puntos de venta de Heladerías Bolas a partir del 19 de mayo, así como en la tienda Domi Vélez Bakery, en Lebrija y Sevilla.
Esta edición especial se elabora en pequeños lotes diarios para garantizar frescura y máxima calidad, estará disponible solo por tiempo limitado.