El pasado sábado se presentó la obra en el Círculo Mercantil.
Una de las mayores polémicas del año pasado fue el controvertido cartel de Navidad de la Asociación de Belenistas. ¿El motivo? La pintura hiperrealista de Manuel Peña representaba al arcángel San Gabriel sujetando una azucena, de cuyo tallo brotaba la Giralda y hubo quien vio cierto erotismo en este acto (tampoco era complicado detectarlo).
Dijeron que parecía un cartel del Orgullo LGTBI, que era obsceno e incluso partidos políticos como VOX pidieron que se tomaran cartas en el asunto en defensa de la imagen de Sevilla.
Teniendo en cuenta este polémica, era de esperar que este año la Asociación de Belenistas apostase por un cartel conservador y que no diera lugar a malentendidos. Así ha sido la obra de Javier Jiménez Sánchez-Dalp: una imagen de la Sagrada Familia, junto a la Giralda y una estrella sobre esta. Vamos, un cartel más clásico que unas Campanadas de Nochevieja con Ramón García.
El cartel ha sido pintado con trazos de bolígrafo y acuarela, una técnica habitual del autor, y en la presentación explicó que la razón por la que solo vemos las manos de San José sobre los hombros de la Virgen María y Jesús es porque quería plasmar la protección y calidad humana que ejercieron su padre y su suegro con su familia. También se anuncia en el cartel la llegada de la Navidad a través de una jarra de azucenas.
Sobra decir que el cartel ha tenido una gran aceptación entre la población sevillana, sobre todo si lo comparamos con la obra de Manuel Peña que pasó a la historia de la cartelería sevillana.
Fuente de la noticia: Sevillainfo