Hablar de Triana sin mencionar la calle San Jacinto sería lo mismo que tomar una caña sin tapeo.
Es la calle principal del barrio y abarca desde la Plaza del Altozano hasta la Plaza San Martín de Porres. A lo largo de los siglos, ha sido la vía de comunicación principal desde la ciudad hasta el Aljarafe. En su origen se conocía como Camino Real y partía del Puente de Barcas. En otra época, el primer tramo, desde el Altozano hasta la calle Pagés del Corro se conocía como calle Santo Domingo, y la otra parte, la Ancha de San Jacinto. A partir de 1868 se llama San Jacinto, pero años más tarde se modifica la denominación a Manuel Carriedo y durante la II República, pasó a llamarse Carlos Marx.
Sin embargo, tras esta batalla de nomenclaturas se encuentra una calle en la que ha estado la primera factoría de aviones de combate localizada en Sevilla, la prestigiosa Fabrica de cerámica de Manuel Ramos Rejano y el Dispensario de la Cruz Roja.
Si no conoces bien esta calle trianera, no te preocupes. Todavía estás a tiempo de disfrutar de la historia y la gastronomía que habitan en San Jacinto:
Visitar la iglesia de San Jacinto
En el solar donde se alza este templo, antes se encontraba la ermita de la Candelaria, que pertenecía a un antiguo hospital. El trazado de la iglesia es del arquitecto Matías José de Figueroa, que también intervino en las obras del Palacio de San Telmo y en la iglesia de San Luis de los Franceses. En 1835 acogió la Hermandad de la Estrella y en 1868 a la Esperanza de Triana.
Probar los famosos pajaritos de Casa Ruperto
No hay trianero sobre la faz de la Tierra que no conozca este local famoso por las aves que sirve. No es un bar con mucha variedad, pero las cosas que sirven están buenísimas, desde las codornices (se piden por el nombre de «pajaritos») hasta las cabrillas. El montadito de pringá tampoco lo preparan nada mal.
Admirar la Casa de los Mensaque
En el número 33 de la calle San Jacinto, se ubica esta tradicional casa sevillana que data de 1900. Se construyó para la familia Mensaque, la cual se dedicaba a la industria alfarera y a la cerámica. Años más tarde, una entidad bancaria adquirió la casa y en los 80 pasó al Ayuntamiento. A día de hoy, es la sede del Distrito de Triana.
Descubrir el interior de la Capilla de la Estrella
Es la sede de la Hermandad de la Estrella y en su interior podemos ver el retablo neobarroco del altar mayor donde se encuentre la Virgen, y otro retablo en la nave lateral en el que se halla el Cristo de las Penas. Dentro de la capilla también hay un monumento a Juan Pablo II.
Tapear a lo tradicional en el Blanca Paloma
Su carta variada hace que este bar sea uno de los mejores lugares para tapear en Triana. Prueba de ello es que siempre está lleno y no es para menos. Su pulpo braseado, la hamburguesa de gamba o los mejillones rellenos hacen que valga la pena hacer una «gastroparada» en este local.
Fuente de la imagen de portada: La Linterna de Aristóteles