La jornada del lunes ha sido sin duda la más diferente de todas las ferias en Sevilla.
La Calle del Infierno, la de los cacharritos, permaneció en silencio durante cuatro horas para que niños autistas puedan disfrutar su feria como sus compañeros. En enero de este año se iniciaron los procedimientos para solicitar este cambio, aunque solo fuera por unas horas, y ha sido todo un éxito.
No se escucharon sirenas, ni música, ni pitidos, ni trastornos sensoriales. Tampoco bocinas ensordecedores. Esta jornada histórica ha permitido que los niños más sensibles disfruten como nunca antes de un paseo por la calle más divertida de Sevilla, en silencio.
Rafael Jorreto, presidente de la Asociación de Asperger-TEA Sevilla afirmó que «No es un capricho sino una necesidad para las 400 personas diagnosticadas con un trastorno del espectro autista (TEA) que oyen los sonidos amplificados por 15″. Además, este cambio también ha agradado a aquellos que no padecen hipersensibilidad a los ruidos y estímulos. Gracias a esta medida, muchas personas mayores han disfrutado de sus pequeños como nunca.
Aunque es la primera vez que Sevilla se suma a esta iniciativa, no cabe duda que no será la última.
La guinda del pastel la puso el Circo Sensaciones de Sevilla, que organizó una función adaptada al 80% a las personas que sufren trastornos del espectro autista, convirtiendo a Sevilla en la ciudad con la Feria más inclusiva.
Y para que no se te escape nada, aquí puedes descubrir todos los secretos de la calle del infierno este año.