Soñar es gratis, pero nuestros sueños no son precisamente baratos.
Julia Roberts no se ducha si no lo hace con agua mineral e incluso le da igual si las cañerías del set no están preparadas, y Brad Pitt pagó 20.000 dólares por unas plantas exóticas que olvidó recoger. Está claro que una gran cantidad de dinero te vuelve idiota excéntrico. Por eso nosotros nos hemos levantado con grandes sueños que podríamos llevar a cabo si nos tocase la Lotería de Navidad. Eso sí, hablamos de lujos de verdad más allá de cantarle las cuarenta a tu jefe y no dar un palo al agua el resto de tu vida:
1. Comprar todo tu peso en cerveza
Y no una cualquiera, sino Cruzcampo Gran Reserva. ¡Tiramos la casa por la ventana! Pero, eh, con moderación, que tampoco es plan de duplicar tu peso a base de cerveza.
2. Cenar en el campanario de la Giralda
Llámanos excéntricos o incluso derrochadores, pero reconoce que una cena de amigos, con cachimba incluida, en lo alto de la Giralda tiene que ser increíble. Imagínate la cara de tus padres cuando les escribas un whatsapp diciéndoles «estoy de cenita en la Giralda ?».
3. Tener un concierto privado de Los del Río en el puente de Triana
¿Un capricho innecesario de millonarios? Sí. ¿Nos hace ilusión? Más que nada en el mundo. ¿A quién no le va a gustar que le canten «Sevilla tiene un color especial» junto al Guadalquivir?
4. Organizar un escape room a lo grande en el Real Alcázar
Para nosotros, los juegos de escapismo son el elixir de la vida, ¿pero te imaginar un escape room en las estancias palaciegas de los reyes? Sí, una pasada.
5. Tener al equipo de un restaurante Estrella Michelin en casa
Ir a un restaurante de Estrella Michelin es como tirarte en paracaídas o ver un espectáculo de ópera, hay que hacerlo una vez en la vida. Pero mejor todavía es que el equipo del restaurante vaya a hacerte la cena a tu casa. Nosotros no tenemos duda de que si nos toca la Lotería de Navidad llamaremos a Abantal para que nos haga la cena.
6. Dormir en el Museo de Bellas Artes
Hace unos meses, un hombre tuvo la suerte de poder dormir frente al cuadro de Rembrandt en La Ronda de Noche en el Rijksmuseum, así que nosotros queremos hacer lo mismo en el Museo de Bellas Artes frente al cuadro de San Hugo en el refectorio. No todos los días se amanece junto a Zurbarán.
7. Financiar un monumento vanguardista en una zona del casco histórico
Hay días en los que nos sentimos como los Médici y nos apetece invertir en la construcción de una colosal obra como la Catedral de Santa María de Fiore. Nuestro presupuesto no daría ni para las setas de David el Gnomo, pero si nos toca la Lotería de Navidad, haremos lo posible por construir una nuevas «setas» y, por supuesto, se las encargaremos a Calatrava.