
La ciudad de Génova vio nacer en el año 1436 a un hombre ilustrado que saldría de Italia para llegar hasta un mundo desconocido para los occidentales. El descubridor de América tuvo una relación especial con Sevilla, ya que desde ella preparó su viaje a las indias. Colón se empapó del arte sevillano y la cultura marítima y fue por ese motivo que decidió reposar eternamente en esta ciudad, la cual le rinde homenaje con 4 monumentos imprescindibles para cualquier amante de la historia:
Tumba de Cristóbal Colón

Se puede ver en la Catedral de Sevilla desde el año 1899. La historia de este monumento funerario es bastante agitada: el descubridor oficial de las Américas falleció en Valladolid, mientras que seguía a la Corte itinerante de Fernando el Católico y allí se celebró el funeral. Su cadáver reposó en el Convento de San Francisco de Valladolid hasta que su hijo trasladó el cuerpo al monasterio de la Cartuja de Sevilla, ya que su padre tenía un vínculo especial con la ciudad. Posteriormente, Colón volvería a hacer las Américas cuando sus restos viajaron a Santo Domingo, la capital de la República Dominicana por petición expresa de Doña María de Toledo, viuda del hijo de Colón y benefactora de la catedral de Santo Domingo.
En 1975 el cuerpo de Colón seguía con su afán viajero y se trasladó a La Habana (Cuba) y no satisfecho con eso volvió a cruzar el charco cuando España perdió Cuba. Se llegó a pensar en enterrarlo en Granada, Córdoba, Huelva o San Fernando. Sin embargo, el duque de Veragua y descendiente de Colón optó porque reposara en la Catedral de Sevilla. El escultor Arturo Mélida se encargó de edificar el monumento con los cuatro heraldos que representaban los cuatro reinos españoles (Castilla, León, Aragón y Navarra) sosteniendo el féretro.
En la tumba del monumento podemos leer una inscripción que pone «Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A».
Sin embargo, la historia del monumento de Colón no acaba aquí, ya que circulan algunas teorías que sostienen que Colón nunca abandonó el monasterio de la Cartuja y otras que afirman que sus restos aún permanecen en Santo Domingo. ¡Señores creadores de El ministerio del tiempo aquí hay trama para un capitulazo!
Huevo de Colón

Su nombre real es El nacimiento del hombre nuevo, pero todo el mundo lo conoce como El huevo de Colón. Se encuentra en el Parque de San Jerónimo. Es la mayor escultura de bronce de Sevilla y se trata de una donación del ayuntamiento del Moscú. La obra representa un huevo hecho con las velas de las naves del descubridor, cuya escultura sostiene un mapa sobre el que se disponen las tres carabelas.
Monumento a Cristóbal Colón
En los jardines de Catalina de Ribera de Sevilla se puede ver este monumento ideado por José Laguillo. También se le conoce como Fuente del león por la escultura que corona el monumento. Entre las columnas del monumento se encuentran las carabelas con los nombres Isabel y Fernando y en la base hay dos medallones en el que se representan la efigie de Colón y el escudo de los Reyes Católicos.
Estatua de Colón

En los jardines del Monasterio de la Cartuja hay una escultura de Cristóbal Colón, la cual fue encargada por la marquesa viuda de Carlos Pickman en 1887. Este hombre fue un comerciante de Liverpool que se trasladó a Sevilla y transformó el monasterio de la Cartuja en una fábrica de loza y porcelana china, la cual llegó a funcionar hasta el año 1982. Por cierto los fans incondicionales de Colón, también podrán ver en los jardines del monasterio un ombú, el cual fue plantado por su hijo, Hernando Colón.
Foto de la portada: Simona Bottone / Shutterstock.com