Lo nuevo, lo desconocido, aquello que nace como forma de protesta, o por el placer de incordiar, esas pequeñas sublevaciones juveniles de cualquier generación plantean una inevitable resistencia.
El rechazo a lo urbano es una realidad, aunque entre millennials se acepte a pies juntillas la calidad del trap, la porquería después del botellón o, los graffitis. Pero llegados a cierto punto, la novedad deriva en costumbre, e incluso en ocasiones, en una amplia aceptación social.
Así sucedió con el graffiti que poco a poco se ha instaurado en nuestro imaginario y en nuestras calles como un código comunicativo, y a menudo también como una forma de arte. Tras colisionar la libertad de expresión artística con el derecho a mantener nuestras ciudades limpias, el graffiti ha llegado incluso a embellecer barrios enteros. Berlín, Sao Paulo, Bristol o Los Ángeles no serían las mismas sin sus particulares huellas callejeras.
Graffitis para conmemorar la vuelta al mundo
Sevilla se suma a esta forma de adornar las calles con otro de los proyectos para conmemorar los 500 años de la primera vuelta al mundo. Alexandra del Bene, una de las artistas internacionales más preciadas del arte urbano, se encargará de realizar unos murales monumentales para celebrar la efemérides.
La artista italiana ha realizado más de 100 murales en Sevilla y en esta ocasión ilustrará la gesta naval en distintas fachadas de la ciudad, empleando técnicas pictóricas diferentes. Por el momento se barajan distintas áreas sobre las que trabajar. Por un lado, algunos edificios de la Ronda de Triana y la avenida de la Virgen de la Oliva (Triana y los Remedios), así como el Polígono San Pablo o las 15 fachadas que componen la calle Tarfia (avenida de la Raza).
Así Sevilla afianzaría su concepto de museo al aire libre, casando la historia permanente con la historia narrada a través del spray, confiriéndole más color si cabe a sus calles, en una nueva manera de recordar, de convertir ciertos barrios en reclamos paisajísticos.
El proyecto se encuentra en fase inicial, presentándolo a los vecinos, quienes tienen la última palabra, aunque se espera que se complete en un período de dos años.
De realizarse en la calle Tarfia, Sevilla podría incluirse en el libro Guiness de los Récords al tener el mural histórico más largo del mundo.
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